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Varios Deportes

Libres, empoderadas y ganadoras

La lucha de la mujer no solo ha trascendido niveles sociales y económicos, sino que también transmutó a nivel deportivo. A tal punto que Argentina en Río logró dos medallistas de oro en Río 2016, hecho inédito en la historia nacional.

Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)

En una época donde la lucha por los derechos de la mujer se acentúa (aunque a veces se extralimita), la figura femenina sale a flote. Y sobre todo la de la mujer deportista, porque hoy –afortunadamente- ya no es lo que era.

La mujer no siempre tuvo el papel activo que hoy mantiene en el deporte, dado que la evolución que ha atravesado en los distintos aspectos de la vida cotidiana a lo largo de la historia, también la llevaron a que hoy ocupe un lugar importantísimo en el ambiente deportivo.  El ideal femenino era aquel que constituía la ama de casa, que solo tenía como prioridad a su familia. Además, es importante destacar la importancia del cuerpo para la práctica del deporte, que es la herramienta principal. No ha sido fácil, con prejuicios encima en diversas culturas sobre la exposición del cuerpo femenino, que fueron disipándose con el tiempo, los derechos de la mujer en el deporte sobrepasaron los límites imaginados y fueron más allá. Fue mucho tiempo de lucha ante prejuicios y discriminación, pero que ha logrado sus frutos e indudablemente valió la pena. Por el simple (¿o no tan simple?) motivo de alcanzar el lugar que las mujeres nos merecemos.

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Cuando se iniciaron los Juegos Olímpicos, en la época antigua, la mujer no solo no podía participar en ellos, sino que ni siquiera podía asistir como espectadora. Ya para la era moderna, distintos paradigmas sociales y la lucha que comenzaba a gestarse alrededor del mundo, llevaron a que en golf y en tenis, seis mujeres debutaran en el olimpismo. Entre ellas estuvo la famosa Charlotte Cooper, de Inglaterra, que fue la primera en ganar una medalla de oro.

Como todo cambio, genera choque y controversias al momento de la aceptación y de la puesta en práctica. Pero la contienda seguía latente y las mujeres se abrían sus caminos. Poco a poco el género femenino pisó fuerte y llegó a la cima produciendo veneración a deportistas como Nadia Comaneci, Jeanette Campbell, Marlene Ahrens, Nicola Adams, Iryna Isinbayeva, las hermanas Williams, la polifuncional Mildred Didrickson, Marta, Tanja Romano y muchas más, que han provocado un quiebre en la historia deportiva. Y sobre todo, lograron que el deporte se viera de otra manera, enfatizando el hecho de que una mujer puede practicar disciplinas “masculinas” y demostrar que es muy buena en ellos.

La mujer hoy en día recibe cuidados, entrenamiento y trato igualitario que sus pares masculinos (sin soslayar, por supuesto, que el biotipo femenino difiere del masculino). La evolución, incluso, llegó hasta la vestimenta para competir: de pasar a jugar, por citar un ejemplo, vóley en polleras largas y remeras extra gigantes, hoy en día lo hacen en short y musculosa o top; algo impensado décadas atrás. En el alto rendimiento, las diferencias con el hombre se ven cuando la maternidad incurre en la vida de la mujer teniendo en cuenta que limita su vida deportiva; porque si bien los hombres soportan viajes extensos por torneos y giras manteniéndose alejados de sus hijos, ellas deben abandonar por completo la carrera si es que quieren pensar en formar una familia.

 

En Argentina, hay cada vez más mujeres que se inclinan por el deporte y son muy exitosas en ellos porque cuentan con increíbles condiciones para practicarlos. No por nada el natatorio del CeNARD lleva el nombre de Jeanette Campbell, primera participante y medallista argentina en un Juego Olímpico… Gabriela Sabatini y Luciana Aymar son consideradas dos de los máximos exponentes del deporte argentino y se suman a la lista de mujeres icónicas que dieron un vuelco total en el ambiente, sumando adeptas en sus respectivas actividades y llevando la bandera de la mujer a lo más alto.

Casualmente, en estos Juegos Olímpicos de Río que terminaron hace medio año atrás, se dieron varias situaciones a favor del género femenino: Cecilia Carranza (junto a Santiago Lange) y Paula Pareto fueron medalla de oro en vela y judo, respectivamente, instalando un hecho inédito en nuestro país, debido a que fueron las dos primeras mujeres en ganar una medalla de oro en un mismo Juego. Por otro lado, también triunfaron los deportes en conjunto, porque Las Panteras y La Garra (equipos de vóley y handball femenino) compitieron por primera vez en un Juego Olímpico, sentando un precedente de cara al futuro en sus respectivas disciplinas.

Más allá de los Juegos Olímpicos, las mujeres argentinas se han ido posicionando en los primeros planos nacionales e internacionales de muchísimos deportes, dando cuenta de su enorme capacidad para entrenar y ser extremadamente eficientes al momento de competir. Lo hacen por salud, bienestar y también porque aman lo que hacen.

Ellas no sueñan con ser princesas, sueñan con hacer lo que les gusta. Proponerse metas y cumplirlas. Y eso no debe ser vetado. Son fuertes, trascienden las imposiciones sociales y seguramente continuarán haciendo historia.

 

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