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BásquetDeportes

Campazzo volvió a hacer historia en Europa

El Real Madrid de España, club para el cual juega Facundo Campazzo, se consagró campeón de la Euroliga por décima vez en su historia. El equipo venció 85-80 al Fenerbahce de Turquía en la final.

Taponazo de Causeur a Sloukas, rebote defensivo de Rudy Fernández, bocinazo final y el Stark Arena, en Belgrado, Serbia, se enfunde un abrazo merengue. El Real Madrid vuelve a demostrar que es el mejor club del planeta, al menos si uno se vasa en resultados, al conseguir su décima corona en la Euroliga tras vencer 85-80 al Fenerbahce.

En el medio del festejo, Facundo Campazzo vuelve a hacer historia. El base, que tuvo que operarse de su rodilla izquierda en el pasado mes de abril, y que llegó al límite al Final Four, se convierte en uno de los dos jugadores argentinos (el otro es Hugo Sconochini) en consagrarse en dos ocasiones. Así, supera la línea de Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni (el MVP de su consagración en 2015) y Juan Ignacio ‘Pepe’ Sánchez.

Sus nueve minutos disputados en el juego final, incluyendo un rebote, una pérdida y mucha intensidad defensiva, no opacan la gran temporada del perimetral. El cordobés, junto a la gran estrella eslovena, Luka Doncic, tuvo que encargarse de suplir la temprana baja de Sergio Llull, el eterno emblema del Madrid. Promedió ocho puntos, 4,5 asistencias, 2,4 rebotes y 1,2 robos por partido.

Su alegría es tal que se sube al aro y allí pasa un buen rato. Festeja y es la imagen central de las cámaras, que por un momento se olvidan que Doncic tiene un 99,9% de chances de ser una estrella en la siguiente temporada de la NBA. Es que arriba del cilindro, el argentino demuestra lo que es como jugador: un aire fresco de la vieja-nueva generación, intrépido, atrevido, encarador, y que siempre puede sorprender con algún movimiento que se sale del libreto. Un rato más tarde, ya convencido que pasó un buen tiempo arriba del gran objetivo colocado a 3,05 metros, se baja, con la ayuda de sus compañeros.

Esta vez no habrá beso en la boca al Chapu Nocioni, aunque quedará el eterno recuerdo de un estadio que le grita MVP (Jugador Más Valioso) porque su tarea fue como tal. El premio quedará en manos de Doncic, pero el argentino tuvo que transformar su estilo de juego para esta temporada 2017-2018, que tiene el final soñado.

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