A los 36 años, el lanzador de disco Jorge Balliengo le puso punto final a una exitosa carrera, que incluyó dos títulos sudamericanos, otros dos iberoamericanos, dos récords sudamericanos y un aún vigente récord nacional (66m32). Se retiró un grande del atletismo nacional.
Por Hernán Goldzycher
A unos días de haberte retirado, ¿cuáles son tus sensaciones?
Muchas. Estoy cayendo ahora. Pero son buenas: de reconocimiento de mis amigos. Estoy contento.
En Rosario, ante tu gente y ganador. Mejor forma de retirarse, imposible, ¿no?
Imposible que haya sido mejor. Irme como campeón nacional y adelante de mis seres queridos fue muy emocionante, para mí y para ellos.
¿Alguna cuenta pendiente?
No, hice más de lo que pensé que iba a hacer. Me voy más que tranquilo.
¿Y ahora? ¿En qué faceta lo vamos a ver a Jorge Balliengo?
En la de siempre: tratando de ayudar a los que vienen de abajo a que no se les haga tan difícil llegar como se me hizo a mí.
En distintas notas, fuiste muy crítica con la Confederación Argentina de Atletismo, ¿qué cosas considerás debería modificar y cómo?
La comunicación con los atletas. Que se haga un trabajo serio, con proyectos. Y que sea una Confederación, no una dictadura de Scarpin (Juan Alberto, actual presidente).
¿Por qué creés que no fuiste elegido para viajar a Londres 2012?
Germán Lauro tenía mejor marca, pero después no tiró nada en disco. Yo hubiese llegado mejor, pero el dictador se cobró mis declaraciones de años con esa decisión.
Tu máximo logro y tu máximo frustración.
Logro, el récord sudamericano. La frustración, no haber estado al 100% en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, por la operación del brazo.
¿Qué significó para vos participar de esos Juegos?
Cumplir el sueño de mi vida.
“Empecé atletismo en la escuela primaria. Después arranqué con salto en alto, pero lo dejé por una lesión en el pie. Ahí comencé con el disco como una forma de hacer algo. Me fue bien desde el primer día pero jamás pensé que me iba a pasar todo lo lindo que me pasó”, Jorge Balliengo
