Una experiencia para aprender

Pablo Macagno y Federico Díaz hablaron luego de su paso por los Juegos Panamericanos y se mostraron un poco desilusionados con el doble, lo que ellos habían definido como su fuerte.
Por Micaela Piserchia
De buenas a primeras, el bádminton argentino tenía bien en claro a lo que aspiraba en esta edición de los Juegos Panamericanos de Toronto, aunque en la cancha los resultados no fueron los mejores. En cuanto a los singles, sólo Federico Díaz y Daiana Garmendia fueron los únicos que pudieron sacarle un set a sus respectivos rivales. En dobles, todas las parejas perdieron 2-0 y quedaron eliminadas en primera ronda.
Algunas de las voces que hablaron después de este paso trunco por Toronto fueron las de Federico Díaz y Pablo Macagno, la máxima apuesta argentina en el deporte. Juntos tenían muchas expectativas al ser N°1 y 2 del ranking nacional, pero cayeron en primera ronda ante los jamaiquinos Henry-Reid por 21-15 y 21-14.
En cuanto a lo hecho, Pablo Macagno, con todas las sensaciones todavía recién salidas de la cancha, analizó: “No nos salió una. No sé muy bien qué fue lo que pasó, pero todo lo que intenté y quise tirar no me salió”, mientras que Federico Díaz fue muy sincero y comentó que “Jugamos mal, no estuvimos a la altura de las circunstancias. No pudimos activar nunca, si bien ellos no eran tan buenos, nosotros podríamos haber dado más pelea”.
Con un poco de bronca y quizá tristeza todavía, los chicos deben pensar en mirar hacia adelante porque hay mucho camino para recorrer. “De todo se aprende, hay que poder seguir”, concluyó Macagno.