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Básquet

La caída esperada

Estados Unidos apabulló a Argentina 111-74 en el cierre de la gira del equipo de Hernández por Las Vegas. El conjunto norteamericano dejó en claro que tendrá una vara muy alta a superar si alguien se le atreve a pelear por el oro en Río.

Era de esperarse. La versión 2016 de Estados Unidos muestra un equipo basado en los históricos Golden State Warriors, potenciado con superestrellas de la liga superiores a los recambios del equipo californiano. Y si bien el conjunto norteamericano no tuvo tanta efectividad desde lejos, dejó en claro que la lucha por el oro será muy difícil al superar a Argentina en su último juego en Las Vegas por 111-74.

Lo más positivo para el equipo nacional fueron las apariciones de Emanuel Ginóbili y Carlos Delfino. El ayuda-base de San Antonio Spurs volvió a vestir la camiseta nacional luego de cuatro años y jugó 14 minutos como titular, anotando 3 triples para sumar 9 de sus 11 puntos. El eterno ícono del básquetbol nacional mostró esa mejoría en el juego argento que siempre aporta cuando está en cancha.

En tanto el Lancha Delfino volvió a jugar al básquet luego de tres años. En abril del 2013 había disputado su último juego antes de una serie de lesiones y operaciones que lo marginaron de las canchas y hasta dudaron de la continuidad de su carrera. Con una alegría inexplicable, el alero jugó 7 minutos en donde acertó su único intento de lejos para sumar 3 puntos.

El resto de la historia, la misma que casi siempre se enfrenta a Estados Unidos. El cuadro norteamericano tuvo muchas muestras de superioridad y jugó al 100%. Sin sobrar, pero apelando constantemente a esa superdotación de talento que muestran siempre, los locales fueron sacando distancias. En el inicio del primer cuarto lograron rachas para un margen de 32-14, letal para un juego ante este calibre de equipos.

Se puede hablar de múltiples figuras. Para este medio la misma fue DeMarcus Cousins. Si bien Kevin Durant sumó 23 puntos, Carmelo Anthony 17 y Paul George 18, el pívot de Sacramento Kings aportó ese dominio mortal en la pintura que tuerce el rumbo de los partidos. Con 15 rebotes (7 de ellos ofensivos), el interno le dio a Estados Unidos la chance de limitar las oportunidades nacionales y sumar para su equipo, además de intimidar el juego de penetración argentino. En tanto a la hora de los lanzamientos sumó 14 unidades, capitalizando 6 tiros libres para alcanzar esta cifra.

Con un golpe duro pero sin perder de vista que fue un amistoso, Argentina volverá al país para cerrar sus compromisos previos a Río la siguiente semana. Primero jugará en Tecnópolis frente a Australia (martes) y Lituania (miércoles), mientras que luego irá a Córdoba para un Súper 4 ante Serbia, Francia y Croacia. Tras el paso por la tierra del cuarteto, emprenderá el viaje a tierras brasileñas.

 

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