Sin ellos no hay Juegos Olímpicos
Más de 20000 personas se postularon para ser voluntario en los Juegos Olímpicos de la Juventud y son 8000 los que están ayudando día a día a los espectadores y deportistas para que la experiencia olímpica sea la mejor. Conocé a Agustín.
“Sé parte de la historia”, era el lema. Y así lo viven. Siempre están ahí: en la entrada a los parques, en la entrada de los estadios, dando los buenos días y la bienvenida a cada espectador que se acerca a ver los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Son una parte muy importante del movimiento olímpico ya que también funcionan como asistentes en transporte, asistentes de delegaciones y dirigentes y están dispuestos a ayudar y orientar ante cualquier duda o situación que pudiera presentarse.
Ellos son los voluntarios. Con turnos rotativos, pasan horas de su Juego Olímpico ayudando a los demás. Ellos también son olímpicos y sin su esfuerzo semejante evento no sería posible.
Desde el COI lanzaron la convocatoria en marzo de este año y se inscribieron más de 20000 personas de todo el mundo y luego del proceso de selección, solo 8000 están hoy distribuidos en todas las sedes e instalaciones olímpicas. Hoy Agustín cuenta su historia y experiencia, después de haber vivido ya siete días de los Juegos: “La verdad que cuando Buenos Aires fue elegida como sede de estos Juegos quería participar de alguna manera, sea cubriéndolo como periodista o hasta para acomodar sillas o lo que fuere. Y cuando comenzaron las inscripciones del voluntariado no dudé en anotarme. Fueron alrededor de 30 mil personas que se inscribieron y quedar dentro de los 8mil fue una gran noticia porque siempre soñé con poder vivir un Juego Olímpico desde adentro, y si es en casa mucho mejor porque le mostramos al mundo de lo que somos capaces y también del fervor por el olimpismo y el deporte que tenemos en Argentina”.
Agustín resaltó el efecto que surtió el olimpismo en la gente y comentó que “la gente cuando tiene un rato libre va a los parques a ver deporte y hacer otras actividades”. Además contó un poco sobre cómo se lleva la ardua y estresante (aunque hermosa) tarea de ser voluntario en un JJOO: “Los voluntarios tienen una energía terrible, al rayo del sol, desde muy temprano y en todas las áreas transmiten felicidad constantemente y nos contagiamos de ese positivismo entre todos. Y eso también ayuda a llevar de mejor manera el día y a disfrutar de los Juegos desde nuestro lugar”.
“La gente de otros países es muuuuuuuy amable tanto en la entrada como adentro del parque, aunque no todos sabemos inglés, son pacientes y terminamos hablando sobre nuestros países o incluso algunos regalando pines. Dentro del cuerpo de voluntarios hay chicos de diferentes puntos del país y del mundo, porque una voluntaria es japonesa y fue enviada en vísperas de Tokio 2020”, relata sobre la increíble experiencia del intercambio cultural, uno de los valores más preciados de los Juegos Olímpicos.
No obstante también hizo su vistazo de lupa y desde adentro dio su opinión sobre detalles a ajustar en los días venideros. Más que nada tienen que ver con la gente que, probablemente haya superado las expectativas de todos: “Lo único para mejorar son algunas confusiones con las acreditaciones y los ingresos de acreditados, de los lugares donde se puede ubicar la gente. Viene mucho público por momentos y no hay lugar en las plateas, por ejemplo en básquet, pero igualmente pueden verlo en los alrededores donde no se pierden de nada”.
Por último hizo un apartado sobre lo que es la celeste y blanca, ese público tan especial que se caracteriza por el aliento y el fervor y que desde el día uno ha acompañado a los deportistas argentinos en cada lugar de competencia. “Los Juegos se viven y se sienten con mucha alegría, cada vez que juega Argentina hay un clima muy especial, los chicos de la delegación argentina se sienten con más apoyo que nunca y por sobre todas las cosas siempre hay respeto hacia los otros países. Son nuestros Juegos y están saliendo de maravilla, como queríamos que salieran. Ojalá duren 100 años”, cerró.