Se hace camino al andar

El último fin de semana Bolt se nos fue. Se evaporó. No existe más. No lo tendremos entre nosotros; y eso que no murió, aunque la pista de atletismo ya no será lo mismo sin él.
Por Matías Montoya
(@MatoMontoya)
Es sábado en Buenos Aires. A las 17:45 exactas Usain St. Leo Bolt sintió el disparo de largada, y salió. El tipo comenzó su tranco infinito mientras yo comía un alfajor y tomaba una gaseosa sin culpa alguna, total nunca en mi perra vida pensé ser un deportista de elite. Sencillamente soy un basquetbolista frustrado, pero esto no es lo importante. Tenemos que entender, los periodistas deportivos, que no estamos primero, sino que los deportistas son la estrella: ellos se desloman día a día para ser de elite (o sentirse como tal) y , a sabiendas de eso, nosotros tenemos el tupé de criticar y apuntar con el dedo índice.
Pero volvamos a esa hermosa tarde primaveral en pleno invierno. ¿Dije que el tipo partió firme, con su tranco cual gacela corriendo por seguir siendo quien no necesita ser porque ya lo es? Sí. A mitad de camino se queda y es superado por las promesas de este deporte, pero Bolt no teme, sigue con su estilo hasta el final. A pocos metros, el hombre no sabe si festejar o quedarse en silencio. Las cámaras lo siguen atentamente ante el inminente desenlace que lo deja como el atleta más veloz del Planeta. Pero no lo es. Justin Gatlin lo supera por nada, porque si nos ponemos meticulosos tres centésimas no son nada para el hombre común y terrenal como lo soy yo o vos, o cualquier hijo de vecino. ¿Alguna vez alguien se preguntó que hace en tres centésimas? Todos responderíamos, NADA.
Sin embargo, esa diferencia dejó a un Gatlin con el oro y abucheado por miles de ingleses y fanáticos de todo el mundo que vio esa epopeya del norteamericano.
Si hacemos un revisionismo de la carrera de Usain Bolt, vemos que el hombre ha sido un superdotado en la materia velocidad.

Ya en el Mundial Junior de 2002, el jamaiquino ganó el oro en 200 metros (su especialidad) y fue el más joven en lograrlo, por aquellos años. En 2004 hizo su debut en los Juegos Olímpicos sin obtener buenos resultados. Las lesiones lo marginaron por dos años, pero eso lo fortaleció para lo que vendría: el primer lugar del podio durante ocho años en pruebas como 100, 200 y la posta 4×100 metros.
Sigo sentado y mirando la tele. Ya perdió, aunque ganar una medalla de bronce no es una derrota en este tipo de competencias. Y Bolt la recibe como si fuese el primer oro que gana en su carrera. Increíble gesto de humildad.
Me pone triste que no gane, pero por otro lado está bien que otros empiecen a hacer su lugar en el mundo del atletismo. Bolt ya fue. Es historia. La figurita repetida ya no va a estar en el álbum olímpico ni mundial. Ahora será el turno de los Gatlin, los Coleman, los Blacke o los De Grasse y otros tantos que vendrán a superar las marcas obtenidas por Bolt. O no.
No obstante, me levanto de la silla. La carrera fue un hecho más que será recordado como “el día en que Usain St. Leo Bolt se retiró del atletismo profesional”. Ni siquiera el pobre de Gatlin se podrá mirar ante las cámaras, sólo verá su carrera de principio a fin. El pobre apareció y se quiso hacer el humilde reverenciando al perfecto relámpago jamaiquino. Porque el resto fue todo para Usain, Gatlin se llevó una medalla de oro y abucheos de todo el público. Bolt los aplausos generalizados y, repito, todas las cámaras y flashes.
https://www.youtube.com/watch?v=4gwJLoU1lt4
¿Cómo va a ganar un tipo que dio “no negativo” en un control antidoping? Justin me da un poco de lástima: una vez que le gana, al flaco lo silban. La vida misma. Y ni que hablar de los organizadores. Londres era el sitio ideal para que Bolt se llevase todos los laureles a casa. Quedó tercero.
Pero ya es historia. Busco su biografía y leo una frase que me gustó de Bolt que dice: “Cuando era joven, no pensaba en otra cosa que no fuera deporte”. Y me puse a pensar en lo que dejó y la imagen para los que vendrán. Es formidable que un atleta de elite se mantenga por tantos años en la cima del deporte mundial. Pocos lograron esto. Se me vienen a la mente Fangio, Federer, De Vicenzo, Messi, Jordan, Ginóbili, Schumacher y Maradona.
Para cerrar, mi cuerpo continúa contemplando lo que ha sucedido en menos de 10 segundos. Van a la tanda publicitaria. Cambio de canal. Los Simpson son mi prioridad. Porque la prueba de 100 metros ya no será lo mismo sin el gran y carismático Usain Bolt.