La árbitra golpeada por un jugador de fútbol quien fue suspendido de por vida, dejó a la vista nuevamente la violencia en el deporte.
Por: Rafael Crocinelli
Lo que pasó en Tres Arroyos no pasó desapercibido. Medios y personalidades se hicieron eco del acto violento ocurrido en un campo de juego de fútbol. Tras recibir la tarjeta roja, Cristian Tirone embistió y golpeó a la jueza Dalma Cortadi, donde nadie la ayudó a levantarse y ni compañeros ni adversarios fueron capaces de hacerlo ni sancionar al agresor.
Más allá de este caso puntual, donde los nombres, desgraciadamente, son circunstanciales, hay que hacer mención a la violencia como práctica sistemática en el fútbol: entre jugadores de un mismo equipo, rivales, para con el árbitro, hinchas y familias. Todos estos colectivos forman parte del mismo entramado: insultos, cánticos y comentarios que se dan en la cancha permiten contrastarlo. Basta con ir cualquier fin de semana a cualquier cancha para ser testigo.
Hay que erradicar todo comportamiento violento, pero no solo en el deporte; sino, en la sociedad misma. ¿Es el fútbol, este deporte tan pasional que nos une, el mismo que nos violenta?
En cuanto, al caso Tirone, que se suma a los hechos de violencia que se registraron el mismo fin de semana en la Liga de Miramar, y entre hinchas de Racing y River en el peaje de Dock Sud; se puede compartir el resultado: suspendido de por vida, lo que quiere decir que no volverá a competir nunca más. Y no sólo eso, esta gota, la que rebalsó el vaso, posibilitó que se ponga sobre la mesa la implementación de la Ley Micaela en instituciones deportivas.
La autora de esta iniciativa fue la diputada Gisela Marziotta, del Frente de Todos, con el fin de que se extienda al ámbito del fútbol. Sin embargo, y tal como quedó demostrado en la marcha “Ni una menos”, este tipo de discusiones van más allá de las banderas políticas, ya que, nos posicionan ante una complejidad mayor: la sociedad machista que tenemos.
Por ello, puede definirse como una necesidad imperiosa la implementación y puesta en marcha de este proyecto para que, con el correr de los años, tengamos un fútbol y un deporte “mejor”: inclusivo y libre de violencias.
Vale recordar que, en la actualidad, la Ley Micaela (27.499), aprobada en 2020 por el Senado, establece la capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado. Este programa fue nombrado “ley Micaela García”, en homenaje a la joven de 21 años asesinada en Gualeguay en abril de 2017.
Foto: Misione Online
