Cariocazo
En un partido para el infarto, Argentina venció en el segundo tiempo suplementario a Brasil por 117-113. Andrés Nocioni fue la gran figura de la tarde con 37 puntos.
Ningún argentino que estuvo mirando Argentina-Brasil podrá olvidar lo ocurrido la tarde del sábado 13 de agosto del 2016. En el primer Juego Olímpico en tierras sudamericanas, más precisamente en Río de Janeiro, y por ende con el público en contra, la Albiceleste dio otra gran lección de valores al imponerse 117-113. El sacrificio, la perseverancia y la mente fría combinada con la sangre bien caliente fueron los factores decisivos para el triunfo nacional.
La historia arrancó bien para Argentina. Nocioni salió con la mano caliente al Carioca Arena en Barra de Tijuca. El Chapu anotó sus primeros cuatro intentos desde lejos para sumar 12 puntos fundamentales que parecían empezar a quebrar el partido. Argentina fue paciente, rotó muy bien la bola y estuvo sólido en defensa cerrar el primer parcial arriba, por 28-19.
Sin embargo, en el segundo período llegó el peor momento del encuentro para Argentina. Sin el 100% de precisión de Nocioni por la lógica rotación, el equipo de Sergio Hernández careció de eficacia. El equipo intentó e intentó, pero no pudo terminar de reencontrarse con el aro antes de ir al descanso. Del otro lado de la cancha, Brasil aprovechó la confusión nacional de la mano de Marquinhos y Nené. Los internos del dueño de casa se hicieron cargo del ataque para hacer peso del desnivel interno y pasar al frente (52-44) antes de ir a los vestuarios.
El tercer cuarto fue de rachas. El primero en conseguirla fue Brasil. La Canarinha nuevamente encontró el goleo en el bastión de Nené Hilario, quien hizo gala de su nivel NBA con grandes volcadas y poderosas explosiones cerca del aro para anotar. El de trenzas lideró a su equipo para mantener la ventaja de diez en el meridiano del cuarto.
Desde aquel entonces Argentina mejoró en defensa. Hernández hizo hincapié en la presión defensiva, sacando al elenco a jugar con una cobertura desde la mitad de cancha y eso forzó errores rivales. Con el mal momento brasileño, Campazzo pudo aprovechar los huecos con su constante encare, mientras que Garino y Nocioni lo apoyaron con sus lanzamientos para pasar al frente de la mano de una racha de 15-4 (66-65). Más allá de esto, Brasil pudo recuperarse desde la línea para ir a la última decena regular con una ventaja de 72-66.
Si el nerviosismo abundaba en las tribunas en los primeros treinta minutos, en el último la situación sobrepasó a todos. Fue un golpe a golpe en donde Brasil se perfiló para hacerse con el triunfo de la mano del trío Marquinhos, Hetscheimer y Nené. Sin embargo, el local no pudo aguantar el sentirse ganador. Ginóbili apareció en el momento clave, ordenando al equipo y dándole esa cuota diferente que solo Manu puede aportar. Acomodando al quinteto en cancha, que jugó una dura defensa y fue certera en ataque de la mano de Campazzo y Nocioni, Argentina se encontró 83-80 con 1:30 por jugar.
Allí Brasil tuvo tres chances para estirar la ventaja que no pudo aprovechar, mientras que luego Campazzo anotó dos libres para ponerse a uno y Huertas estiró a tres nuevamente con dos libres (85-82). Y cuando todo parecía perdido, apareció el hombre de la tarde: Nocioni. El Chapu atrapó un rebote largo, evadió a su marca y lanzó desde lejos para empatar el partido como aquella mañana argentina en las semis del Mundial de Japón frente a España. Con el mismo perfil, diez años después, el hombre del Real Madrid tuvo su recompensa ya que la pelota bailó y terminó ingresando para ir a tiempo sumplementario.
Brasil también lo pudo ganar en el alargue. Rápidamente sacó una ventaja de cinco (91-86) con su juego interno. Sin embargo, Argentina volvió a ser inteligente, pensante, fue fuerte en el marcaje y reencontró la forma de anotar de la mano del dúo Campazzo-Nocioni. Un doble del primero a 36s del final y un triple del segundo cuando quedaban 1:05 permitieron que el juego vaya a un segundo suplementario por el empate en 95.
Ahí fue cuando Argentina terminó de quedarse con el juego. Campazzo anotó dos triples seguidos en el inicio para tomar una ventaja de seis, que luego estiró Garino con un doble (103-95). Desde entonces El Alma sacó lo mejor de sí, dejando todo en cada pelota y siendo inteligente para administrar los tiempos. Más allá que Brasil logró ponerse a uno (106-105), Campazzo anotó dos libres, Barbosa acercó a su equipo y Ginóbili finiquitó la historia luego de tomar un rebote ofensivo en un tiro libre de Campazzo para el 111-107.
Con este resultado, Argentina está en cuartos. Gracias a los 7 puntos que posee por tres victorias y una derrota, lo hace inalcanzable para dos equipos (uno de ellos no está definido porque a las 22:30 de este sábado juegan Croacia-Nigeria; el otro es Brasil) y tiene aparición asegurada en la siguiente instancia. Su cierre de la fase de grupos será el lunes a las 19hs frente a España, que llega tras aplastar a Lituania 109-59.