El seleccionado argentino de rugby cayó 19 a 16 frente a Escocia en Murrayfield.
Con un penal en el último minuto, convertido por Greig Laidlaw, el equipo escocés se llevó la victoria en un duelo clave por quedar entre los ocho mejores del ranking y acceder a un sorteo más favorable para el próximo mundial. Los Pumas repitieron errores en momentos clave y un bajón de intensidad, acentuado en el primer tiempo, que prende las alarmas para el último duelo del año contra Inglaterra, el equipo más fuerte hoy del rugby mundial (si no contamos a los All Blacks, un par de pisos arriba de todos).
El partido fue chato, con poca continuidad en los ataques y sin grandes jugadas. El primer tiempo terminó 6 a 3 para los locales y parecía (como con Gales, las dos veces con Australia y con Sudáfrica de visitante) que si Los Pumas se acercaban al nivel al que este equipo puede jugar se llevarían la victoria sin problemas.
En el principio del segundo tiempo pasó. Ajustaron la intensidad, movieron la pelota, consiguieron algunos ángulos y buenos pases en el contacto, salteos, jugadas interesantes y así llegó el try de Matías Orlando después de un buen ataque del equipo y una patada precisa de Juan Martín Hernández. Fueron diez buenos minutos que se cerraron en esa conquista y la conversión de Nicolás Sánchez. Los Pumas estaban arriba en el marcador por primera vez pero enseguida llegó un error grave en la recepción que terminó en lineout para Escocia en extrema defensa puma. Los argentinos recuperaron la pelota pero otra falla permitió que Sean Maitland llegara al ingoal y volviera a empatar el partido.
“Evidentemente existe una falta de experiencia para saber cerrar los partidos. Cuando uno marca puntos tiene que saber revalidarlos y salir bien de tu campo para ponerle la presión a ellos”, explicó Hernández. Son errores que se repiten.
Escocia dominó el resto del partido con ataques largos que no lograron quebrar a la defensa argentina pero generaron tres penales. El primero forzó una diferencia que después Sánchez descontó. Laidlaw tuvo la opción de poner a Escocia adelante cuando faltaban tres minutos pero la pelota dio en el palo. Una distracción en la defensa permitió que los escoceses la recuperaran pero el ataque no prosperó por buenos tackles y presión en los breakdowns que derivaron en una infracción para el equipo argentino. Quedaban segundos y parecía que Los Pumas iban a disponer del último ataque y la oportunidad de llevarse la victoria pero otro error derivó en una nueva pérdida de pelota y después de un par de fases Laidlaw tuvo en los pies una chance más y cerró el partido.
El equipo argentino pareció cansado, escaso de ideas y desconcentrado. Mejoró en el scrum, con algunos buenos empujes. No queda mucho más que eso para rescatar de la mala noche de Murrayfield. El sábado próximo contra Inglaterra necesitan levantar el nivel o el fin de año puede ser una pesadilla.
