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Fútbol

Orden y progreso

La derrota de la Sub 23 ante Brasil en la última fecha del Preolímpico no empaña en lo más mínimo lo conseguido por el equipo de Fernando Batista: campeones del certamen y clasificados a Tokio. Además esta participación refleja el afianzamiento de un trabajo detallista y planificado. Las diferencias con la llegada a Río.

Por Julián Haramboure
(@JulianFunky)

Si bien el cierre fue con derrota por 3 a 0 frente a Brasil, la selección argentina Sub 23 se coronó este domingo campeona del preolímpico. El conjunto dirigido por Fernando Batista culminó un certamen repleto de aspectos positivos.

La consolidación de un grupo. Este plantel que consiguió la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, tras obtener seis triunfos y perder apenas un encuentro, no fue armado a las apuradas ni al azar. Sino que se constituyó a partir de tres torneos previos importantes: el Sudamericano Sub 20 (subcampeón), el Mundial de esa categoría (alcanzó octavos de final) y los Panamericanos de Lima 2019 (campeón).

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De las competencias para menores de 20 años, el entrenador Batista afianzó cuatro jugadores que doce meses más tarde resultaron vitales en la estructura de este equipo olímpico: los delanteros Adolfo Gaich y Julián Álvarez, el volante Fausto Vera y el defensor Nehuén Pérez, actual capitán. En tanto que de la base formada para los Panamericanos se destacan nombres como el arquero Facundo Cambeses y el delantero Agustín Urzi.

El trabajo en conjunto con AFA. Durante el recorrido de Claudio Tapia como presidente de la entidad del fútbol argentino, las selecciones formativas atraviesan un desarrollo positivo y un crecimiento del trabajo a largo plazo: mayores jornadas de entrenamientos en el predio de Ezeiza, la conformación de un calendario con competencia internacional constante, la planificación de cuerpos técnicos con una idea de juego concreta.

Estos detalles han sido fundamentales para que se lograra el objetivo de clasificar a Tokio 2020 y también influyeron en ese afianzamiento de un equipo. Además, si bien aún es una arista para continuar puliendo, se mejoró el dialogo con los clubes de la Superliga para que liberen los futbolistas para las prácticas y compromisos con los seleccionados nacionales.

Ese será un aspecto clave en la previa a los Juegos Olímpicos, y resultará indispensable que las instituciones mencionadas no pongan trabas para que no regresen las dificultades ocurridas en Río 2016: allí, la falta de apoyo de los clubes para brindar jugadores, provocó la renuncia de Gerardo Martino. Luego, Argentina viajó a ese certamen con un plantel improvisado y con un entrenador (Julio Olarticoechea) que no contó con un tiempo prudencial para trabajar.

Cuatro años más tarde el contexto es muy diferente y, si el técnico Batista dispone del plantel seleccionado, Argentina llegará sin dudas con chances de medalla.

El aporte para el futuro. Esta etapa sirve sin dudas también para nutrir al seleccionado mayor que actualmente dirige Lionel Scaloni. El Preolímpico, además de los jugadores ya mencionados, mostró la madurez y solidez de futbolistas como Alexis Mac Allister, Claudio Bravo y Matías Zaracho, los cuales pueden integrar una convocatoria al combinado principal en el corto plazo.

¿Cómo será el torneo olímpico? Se jugará del 23 de julio al ocho de agosto y contará con la participación de 16 equipos. En la actualidad ya hay 14 seleccionados clasificados: el local Japón, Argentina, Brasil, España, Francia, Alemania, Rumania, Costa de Marfil, Sudáfrica, Egipto, Corea del Sur, Australia, Arabia Saudita y Nueva Zelanda. En abril se conocerán los dos representantes de CONCACAF, en tanto que el día 20 de ese mes se realizará el sorteo de los grupos.

Foto: @Argentina.

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