Las Guerreras no pudieron ganar ninguno de los dos partidos del Final Four y finalizaron cuartas en el Antalya Open. Más allá de los malos resultados del sábado, las argentinas dieron un paso gigante hacía Río 2016.
Existen días en que las cosas no salen y dan bronca, ganas de sacar el lado animal por la falta de resultados positivos. También hay otros en los que salen todas y uno se siente invencible. Las Guerreras tuvieron un sábado como en el primer caso en su despedida en el Antalya Open. Después de llegar a semis con récord 5-0, las cosas no salieron en el Final Four.
En el primer partido las argentinas se midieron con las finlandesas Lehtonen y Lahti en el mediodía turco. Allí las europeas mostraron gran forma al imponerse en un durísimo primer set por 25-23. Después de tanta lucha y quedarse con las manos vacías, las del viejo continente se potenciaron aún más para lograr imponerse en el segundo 21-14 y meterse en la final ante las alemanas Ludwig y Walkenhorst.
Así las argentinas jugaron el partido por el tercer puesto ante otras teutonas, Holtwick y Semmler. Las Albicelestes dieron todo para cerrar una gran performance en el certamen y batallaron con vida y alma en cada punto. Pero el esfuerzo no fue suficiente. Las europeas tuvieron mayor precisión en los puntos definitorios, siendo más certeras en los saques y bloqueos. Así se quedaron con la contienda por 21-18 y 21-16.
De esta manera, Ana Gallay y Georgina Klug no pudieron terminar en un podio que tuvo en lo más alto a las germanas Ludwig y Walkenhorst tras imponerse 23-21 y 21-16. Sin embargo, las sudamericanas tuvieron un desempeño sobresaliente a lo largo de la semana que les permitió dar un paso muy grande en la búsqueda de ingresar a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Ahora a cambiar el chip para no aflojar, hacer las maletas y pensar que la siguiente semana se viene el último Open previo al cierre del proceso clasificatorio en Cincinatti, Estados Unidos. Después vendrán el Grand Slam de Moscú y el Major de Hamburgo, pero en esos certámenes habrá que pensar más adelante. Vamos Guerreras, que tropezón no es caída y Río cada vez está más cerca.
