El sacrificio de la juventud

Con un doble ganador de Campazzo en el segundo tiempo suplementario, Argentina venció 86-85 a Lituania y se despidió de Buenos Aires. El equipo de Hernández mostró una mejora defensiva respecto de Australia y tuvo en cancha a la mayoría de los jóvenes, que esta vez cumplieron con sus papeles. Desde el viernes El Alma se presentará en el Súper 4 de Córdoba.
Por Fernando Torok
La despedida de El Alma de Buenos Aires, más precisamente Tecnópolis, fue con una sonrisa. Ante Lituania, un equipo que mostró gran poderío físico y capacidad para rotar la pelota que será rival en Río, el elenco nacional tuvo que pelear para ganar en segundo suplementario por 86-85.
Fue un partido de bajo goleo durante los primeros tres cuartos. De hecho, Ginóbili abrió la acción del juego con dos triples en el período inicial y desde entonces ambos equipos mostraron problemas para imponerse en ataque por el buen marcaje del rival. Así Argentina se quedó con el mismo 10-7.
En la segunda decena de minutos Hernández rotó, pero siguió dándole prioridad a los veteranos en cancha. Allí Lituania fue mejor, ya que se empezó a soltar con una buena rotación de pelota para abrir hacia los laterales y luego penetrar por el medio. Seibutis fue quien más castigó desde cerca, mientras que desde lejos Maciulis mostró porque es uno de los mejores jugadores de Europa al acertar dos bombazos desde lejos. Más allá de una levantada argentina en los últimos minutos, el elenco europeo se fue al descanso arriba 30-26.
A la vuelta de los vestuarios se empezó a ver lo que Hernández quería hacer con el partido. Más allá que Ginóbili y Scola estuvieron en cancha, y fueron los que le dieron más juego al equipo, la Oveja empezó a apostar por la nueva generación con el doble base Campazzo-Laprovíttola, Garino, Mainoldi y Delia. Si bien Argentina mejoró en defensa, mostrando mucho sacrificio para frenar al rival y jugarle de igual a igual, al local le faltó completar con la faceta ofensiva. La Albiceleste tuvo algunas fallas cerca del aro, lo que le dio al elenco europeo aire para que Valanciunas muestre su nivel NBA del otro lado y mantenga a su equipo al frente 48-45.
Ya en el último cuarto, exceptuando Scola, todos los veteranos se quedaron en el banco. Allí fue cuando Campazzo empezó a meter su gran nivel, encarando constantemente entre los grandes para golpear en la pintura. En defensa Delia frenó a Valanciunas y Jankunas, mientras que Garino mostró un gran sacrificio para combinar la defensa perimetral con la interna. Argentina llegó a sacar una luz de cuatro (61-57), pero Lituania emparejó rápidamente desde lejos para que la historia se tenga que definir en los últimos minutos. Allí Laprovíttola acertó un gigante triple, pero Juskevicius igualó. En la jugada final, el combinado dirigido por Kazlauskas tuvo una jugada ‘sucia’ que terminó en manos de Javtokas, quien acertó desde lejos pero lanzó después de la chicharra. Así fueron al suplementario (68-68).
Los diez minutos, entre los dos agregados, mostraron la mejor cara Argentina. Si bien Lituania siempre estuvo por delante, los jóvenes llevaron a cabo un gran sacrificio para que el partido nunca se termine de escapar. En una jugada increíble, Scola le punteó un rebote defensivo a Jankunas que le dio la chance de igualar desde la línea en 78 para ir al segundo suplementario, y luego fue Campazzo quien se vistió de héroe. Tras tanto batallar, el base que se desempeña en España encaró, amagó y soltó una gran bandeja que se elevó en frente de los lituanos que no pudieron evitar el doble. Una pérdida lituana sobre el final, garantizó el triunfo nacional 86-85.
Así Argentina dijo adiós a Tecnópolis. Quizá sin tantos minutos de los veteranos en comparación a lo que fue el duelo con Australia, pero con muchas mejoras a partir de los jóvenes de la generación. Se sabe que en los Juegos Olímpicos no habrán partidos fáciles ni mucho menos, pero el equipo de Hernández empieza a ofrecer ciertas seguridades en sus pruebas para llegar con todo al debut del 7 de agosto.