Básquet
Un nuevo camino
Pasaron los Juegos de Río y con ello la última presentación olímpica de los miembros sobrevivientes de la Generación Dorada. Ahora comienza el camino al Mundial de China 2019 y habrá que completar el recambio.
Por Fernando Torok
“Voy a seguir jugando en el seleccionado, a mi nadie me avisó que no podía hacerlo”. Esas fueron las palabras de Luis Scola luego de la caída ante Estados Unidos que marginó a Argentina de los Juegos Olímpicos de Río en cuartos de final.
Con 36 años, Luifa podría llegar al Mundial de China en 2019 o al menos formar parte del camino hacia este certamen que será diferente al de otros tiempos. ¿Ir a Tokio con 40 cumplidos? Una pregunta que sólo podrá responder el próximo miembro de los Brookyln Nets en el futuro y no en 2016.
Pero con el cierre olímpico se sabe que el cuarteto que formó con Ginóbili (39), Nocioni (cumple 37 en noviembre) y Delfino (cumple 34 el 29 de agosto) dijo adiós. El trío restante de ese grupo de cuatro jugadores que será siempre recordado en las páginas doradas del básquetbol argentino dijo adiós y con ello llegaron las lágrimas de todo un país.
Así el camino a China comenzará (o comenzaría) con tan solo Luis Scola como sobreviviente de la Generación Dorada. Así las apuestas recaerán más sobre los más chicos. Y si bien ganarle a Estados Unidos pareciese volver a ser un sueño, porque como dijo Nocioni “nos mal acostumbramos”, el saldo de los jóvenes durante los Juegos es positivo.
Como bases Facundo Campazzo (25) y Nicolás Laprovittola (26) todavía tienen mucho camino por andar y disfrutar. El primero, surgido en Peñarol de Mar del Plata, actual jugador del UCAM Murcia de España, fue el séptimo más goleador del torneo con 15,8 puntos por partido, solamente superado por cinco jugadores NBA (Bogdanovic, Mills, Yi, Gasol y Durant) y el gigante lituano Mantas Kalnietis (18 por encuentro). Además fue cuarto mejor asistidor (5,8) y el máximo ladrón (2,8). En pocas palabras, un jugador de élite que puso la cara en todo momento, con grandes producciones en los momentos más difíciles y que llevó a Argentina a importantes triunfos.
Por el otro lado, apareciendo desde el banco, Lapro hizo lo suyo. Fue uno de los jugadores más regulares con un promedio de 17 minutos en cancha. Ante España mostró mucha rebeldía más allá del mal momento para sumar 21 de los 73 puntos anotados. Además le dio mucho movimiento de pelota al ataque argentino en todo el torneo y fue uno de los nexos entre las dos generaciones de jugadores que tenía el plantel que dirigió Sergio Hernández.
Otros nombres que muestran un gran futuro son los de Patricio Garino (23), Nicolás Brussino (23) y Roberto Acuña (25). Los dos primeros comenzarán su paso por la NBA en la próxima temporada y mostraron ser sólidos en la rotación del equipo, permitieron que no baje el nivel más allá de la salida de los grandes jugadores. En tanto Acuña tuvo la difícil tarea de ser el pívot titular nacional (puesto que siempre es difícil de llenar) y mostró gran rebeldía para pelear con los internos más fuertes del planeta.
Con cinco nombres en el firmamento, y otros a seguir como Gabriel Deck, Marcos Delía y Leonardo Mainoldi, Argentina tiene una base para mantenerse en los grandes torneos del básquetbol internacional. El desarrollo de la Liga Nacional será clave para seguir formando jugadores que le den más alegrías a la Selección.