Melisa Gil dijo que este año que se va “tuvo un poco de todo”, pero que haber sido premiada es un empuje para todo lo que viene en 2017. “Mi objetivo a corto plazo es clasificar a Tokio y después pensar en los Juegos”, sentenció.
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
La familia Gil tuvo un 2016 soñado: la dinastía clasificada a los Juegos Olímpicos. Y como si fuera poco, Melisa fue diploma olímpico con un enorme octavo puesto para cerrar su paso olímpico de una manera casi excepcional. Premiada como la mejor tiradora del año por el Círculo de Periodistas Deportivos, dedicó su premio Olimpia a su padre y catalogó al galardón como “un resumen del gran año que tuvimos Fede y yo, siendo un triunfo de la familia”. En un año que “tuvo un poco de todo”, algunas situaciones particulares hicieron que Melisa se emocionara mucho con el premio.
Sobre su 2016, la tiradora porteña observó: “No me sorprende, tenía muchas ilusiones con los Juegos Olímpicos y trabajamos como para tener buenos resultados. Se dio, aunque uno siempre aspira a más; queríamos estar arriba el podio, pero sin dudas fue algo alucinante. Este 2016 tuvo un poco de todo, pero ganar el premio fue muy fructífero para todo lo que viene”.
Definió la competencia como principal herramienta para ponerse a punto respecto de los fuertes rivales a los que se enfrentan y ya adelantó lo que se viene para el próximo año, que está a días de comenzar: “Ahora en febrero tenemos Qatar como este año, que es la preliminar para arrancar con las copas del mundo, el año que viene es una preparación para lo que viene después, queremos llegar a full para ganar alguna Copa y no tener que ir al Panamericano como última instancia y tener solo un año para entrenar y estar ajustados con el tiempo”.
La mente de un deportista no descansa, más teniendo un reloj de cuatro años. Por ende, Melisa ya sabe que lo que quiere es “a corto plazo es clasificar a Tokio y después los Juegos”.
