Leticia Boscacci, jugadora ícono de Las Panteras, contó por qué este año no jugará en el Seleccionado. “Orduna me dejó las puertas abiertas”, dijo.
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
Hace días salió la lista de jugadoras que fueron elegidas para disputar la temporada 2017 en Las Panteras. Llamó la atención la ausencia –consensuada con el DT- de dos jugadoras elementales para el proceso: Yael Castiglione y Leticia Boscacci. Esta última dialogó con Argentina Amateur sobre sus motivos, los cuales ya de antemano se sabía que eran personales.
“Le pedí este año porque necesito tomarme un descanso en todos los sentidos. Yo hace más de 11 años que conformo los grupos de la selección… y mi físico y mi mente este año han sentido esta dedicación. También son 12 temporadas en el exterior y me siento cansada realmente. Necesito tomarme este tiempo para mí y para mi familia”, comenzó la cordobesa al explicar los motivos de la licencia albiceleste.
Más allá del cansancio físico que implica el trajín de Selección y jugar para un club tan exigente como lo es el Dinamo Bukareszt, de Rumania, la jugadora de 31 años hizo hincapié en formar su familia: “También dentro mis planes este año está mi casamiento, que será en el exterior lo cual hace que necesite más dedicación”.
A pesar de que su carrera también está en juego porque la misma Boscacci reconoció analizar su situación de cara a la temporada 2017-2018 cuando termine su contrato, admitió que no se trata de “un retiro del vóley y tampoco de la Selección”. Además aclaró que con Orduna la relación es buena, dejando unos chispazos de esperanza para que en un futuro, los aficionados puedan verla con la celeste y blanca puesta otra vez: “Orduna me dejó las puertas abiertas para evaluarme en un futuro y decidir si estar en otro proceso o no. Pero hemos llegado al acuerdo que no estaré con el grupo este año”.
Leticia fue uno de los baluartes más importantes que tuvo el grupo, que, tal como cuenta ella, tuvo presencias internacionales desde antes de que Las Panteras sean hoy quienes hoy y jugó para Argentina durante once años sin interrupciones. Fue parte del importantísimo proceso que desembocó en Río 2016 y pudo cumplir su sueño de llegar a los Juegos. Un descanso no viene nada mal.
