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Vóley

Compañeros, amigos y campeones

Edgar Vieira y Andrés Arduino juegan juntos en Vélez y hace apenas una semana se consagraron campeones mundiales en El Cairo con la Selección Sub23. Hoy, felices, repasaron las sensaciones, sueños y pensamientos en un momento en el que la algarabía los abruma.

Por Micaela Piserchia – mpiserchia@aadeporte.com,ar
(@micapiserchia)

No caen. Y probablemente tarden en caer y en asimilar el hecho de que sus nombres escribieron una página dorada en la historia del vóley argentino al ser el primer equipo que posiciona al país en lo más alto y gana un Mundial. Edgar Vieira y Andrés Arduino formaron parte de los 12 elegidos por Camilo Soto para lograr la hazaña mundialista y en diálogo con Argentina Amateur Deporte, contaron lo vivido durante el Mundial, cábalas, y sobre la importancia del sacrificio.

Edgar fue alto desde siempre y a sus 13 años, cuando ya medía 1.80, lo convencieron para jugar en Vélez y dejar atrás su Misiones natal. Andrés comenzó de más chico en el Club Círculo General de Villa Urquiza y a eso de los 15 llegó a Vélez para ser federado y jugar en las grandes ligas. Juntos desde esa edad, compartieron seis años de seleccionado, alternaron campeonatos y coronaron el último año de selecciones de base con una medalla dorada.

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Vieira admitió: “Todavía no caigo. Todos los días me levanto y voy corriendo a buscar la medalla porque fue un sueño que quería cumplir desde que me puse la camiseta de la Selección”, a la vez que su amigo Andrés le agregó el plus de jugar con amigos, comentando que “fue muy lindo porque te mirás y no hace falta a hablar para decir las cosas, sabés que si haces algo mal te apoyan igual y tienen las mismas ganas que vos de ganar”. Además, contaron que este es un grupo fuerte que jugó muchas finales con los mismos jugadores y ambos coinciden que la medalla es un broche de oro al buen trabajo continuado de tantos años.

No ingresaron en la final contra Rusia, pero desde el banco los nervios y las ansias se sentían de igual manera. De ir 3-0 arriba, Rusia se puso 3-2 y volvían los fantasmas del subcampeonato de 2015. Así lo relataron los chicos. “Teníamos que cerrarlo y empezaron las dudas, pero la verdad admiro a los chicos por haber sacado adelante el partido. Los alentamos y les pedíamos que no aflojaran porque su buen momento iba a pasar”, contó Vieira. Arduino, por su parte dijo: “Me tocó estar afuera pero les decía que hicieran foco en lo técnico y traté de llevarles tranquilidad y decirles que el partido era el mismo. Encima el público alentaba a Rusia, pero cuando ganamos nos pedían fotos (risas)”.

Ambos admitieron que su primer pensamiento apenas terminó el último punto fue sus familias y amigos, que luego de las finales perdidas y los momentos difíciles mostraron su apoyo incondicional sin dudar. Este premio era para ellos.

Quizás en el imaginario de alguien lejano al deporte piensa que un deportista no se involucra tanto o puede manejar los sentimientos con lo que practica. Pero no. Estar en el alto rendimiento implica competir lesionado, atravesar dolores, jugarse un puesto constantemente (en el caso del vóley) y sacrificar muchas cosas que son típicas de la edad, como salidas y cumpleaños con amigos. Son jóvenes de entre 22 y 23 años que buscan formarse profesionalmente y eligen el vóley por pasión, por eso tanto Andrés como Edgar contaron cuán satisfactorio fue la obtención del campeonato después de tantas dudas en el camino. “Hay compañeros nuestros que se están recibiendo por dedicarse al estudio y te hace replantearte si está bien lo que estás haciendo y para nosotros influyen muchas cosas en el deporte. Si salíamos segundos de nuevo no sé cómo me lo hubiera tomado… Por suerte estas cosas te animan a seguir”, cuenta Vieira; a lo que Arduino añadió: “Ahora un poco en frío pienso en que valió la pena dejar materias, faltar a exámenes y cumpleaños… Yo elijo hacer el esfuerzo y sentirme a veces cansado, pero gracias a todos los que me bancan en las buenas y las malas me doy cuenta de que está bueno seguir”.

Por último, en lo que tiene que ver exclusivamente con el vóley, Arduino hizo hincapié en que se han logrado cosas muy buenas, como acortar brechas entre los grandes equipos y “sacarnos el fantasma o la espina de ganarle a los rusos equipos europeos o Brasil, como hizo la mayor. Hay que seguir por este camino, duplicar el esfuerzo y buscar que sea más frecuente, no cada 30 o 40 años”. Vieira, por su parte, opinó sobre el cambio reglamentario de 5 sets de 25 puntos a 7 sets de 15 puntos: “Es mucho más dinámico e intenso porque podés jugar al 100% en todo momento, me sentí muy cómodo”.

El detrás de escena del campeón

Algo que nunca falta en los vestuarios es la música. Ignacio Luengas, también compañero en Vélez, fue designado como el DJ del Mundial. ¿El tema de El Cairo? Un remix de “A poca luz”, de Wisin y Yandel. Aunque antes de la charla técnica sonaba “Fuego”, Edgar y Andrés admiten que la música estandarte fue la cumbia argenta. Unos pibes multifacéticos.

Más allá de lo que se pueda hacer técnica o tácticamente, se considera que el campeón tiene que tener un poco de suerte. Y, para aquellos que creen, existen las denominadas “cábalas” para ayudarla un poquito.

Vieira contó que desde que ganaron el primer partido hizo todo igual: desde el lugar en los micros (en el que todos respetaron sus asientos durante todo el torneo), hasta las cosas que guardaba en el bolso y su peinado. Andrés contó que el único día que no se peinó, que hubo cambiazo de lugar en el micro y también fueron a otro vestuario, Argentina perdió (en la fase de grupos ante Rusia 4-3). Obviamente, jamás cambiaron el ritual. Arduino no se muestra tan cabulero pero si rutinario, aunque si hay cosas que tiene que cambiar sobre equipamiento o vestimenta, lo hace sin problemas.

Un campeón inolvidable, con jugadores centrados y metidos. Un equipo que se conoce casi de memoria y que, con el correr de los días caerá en la cuenta de que se metió en la historia del vóley nacional.

Foto: Diego Heredia

Micaela Piserchia

Soy periodista deportiva y social media manager. Dirijo Argentina Amateur Deporte y trabajo en C5N.com. Cubrí JJ. OO Río 2016 y Tokyo 2020. Estuve en DEPORTV y en Olé.

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