El Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo tuvo visitas inesperadas. Esta vez, gente que nada tiene que ver con el deporte hizo uso de sus instalaciones hasta que el tema explotó en las redes.
Por Roberto Vota
Gran sorpresa y confusión se generó en el CeNARD desde el fin de semana pasado cuando, mezclados entre los chicos que se hospedan más los que van a realizar sus entrenamientos, se vio a un grupo de personas vestidas con ropas de campo. Algunos pensaban que eran de una delegación del interior del país que venían a acompañar a deportistas para algún torneo o evento similar. Al principio los miraban con simpatía y hospitalidad porque es muy lindo que las oportunidades lleguen a todos, que el deporte sea realmente federal, que una y homogenice a la sociedad.
Empezaron a cambiar sus sentimientos cuando supieron que no era así, cuando se enteraron que estos “gauchos” (ojo con los disléxicos, no alteren el orden de las letras) era gente de la provincia de La Pampa que estaba utilizando dichas instalaciones sólo como bunker: eran ganaderos que venían a la Exposición Rural de Palermo.
Al parecer esta delegación sería comandada por Antonio Eizaguirre, cuñado del Secretario de Deportes de la Nación, Carlos Javier Mc Allister, y que además figura como empleado del Ministerio de Educación. Eizaguirre habría estado usando el CeNARD como gimnasio personal y habría alojado allí a este contingente que vino de visita a La Rural mientras que los deportistas hace más de tres meses que no cobran las becas que les corresponde. “Es cualquiera esto, mirá lo que hacen y encima a nosotros hace tres meses que no nos pagan. ¿Me vas a decir que vienen a la rural y no tienen plata para pagarse un hotel?”, reclamaba uno de los deportistas afectados.
La empresa Murata, la misma que está siendo investigada en el caso de los aportantes truchos de Cambiemos, es la misma que cuida en el CeNARD, y la que, con un carrito sin luces, hace unos meses golpeó y lastimó a dos deportistas (a Agustín Alves le dieron 17 puntos y Sofia Tournier sufrió traumatismos). Dicen que el mismo familiar del Secretario de Deportes habría coordinado la contratación de dicha empresa que permitió el ingreso de personas que no deberían hacerlo porque para eso se necesita el aval de una Federación deportiva.
Una fuente muy cercana y confiable expresó: “No me cabe ser buche pero esto no tiene nada que ver con los deportistas, se están re zarpando ya. Pensá que a veces les niegan lugares a chicos porque hay pocas plazas y ellos vienen, se hospedan, almuerzan y cenan como si nada, esto ya es una vergüenza”. Triste, vapuleado y estoico, el CeNARD sigue soportando los embates como puede. A pesar del desfinanciamiento, la falta de mantenimiento e intenciones de traslado por un supuesto negocio inmobiliario, sigue en pie, firme y con ansias de no perecer.
Foto: Ernesto Rodríguez, Twitter