Argentina hizo su primera presentación mundialista femenina en Chile 1953. En aquel torneo consiguió el sexto lugar, su mejor posición en la historia del certamen.
Fuente de la foto: Revista El Gráfico
Luego de la aparición del básquetbol olímpico en Berlín 1936, y las cancelaciones anticipadas de los Juegos de Helsinki 1940 y Londres 1944 por la Segunda Guerra Mundial, el deporte volvió a integrar un programa de este nivel deportivo en Londres 1948.
Durante el desarrollo del certamen, únicamente masculino, y que contó con la participación de Argentina (finalizó 15°; hubo 23 equipos), William Jones, secretario general de la FIBA (Federación Internacional de Básquetbol) propuso la creación de mundiales. Los objetivos de los mismos eran motivar el desarrollo del deporte como generar encuentros de forma constante entre los mandatarios de la anaranjada de todo el planeta.
El primer torneo de estas características también fue masculino, ocurrió en 1950, y Argentina fue protagonista directa del mismo. Juan Domingo Perón, por aquel entonces presidente del país, manifestó su intención de organizarlo, y la FIBA se lo otorgó. Del mismo participaron diez naciones, y el dueño de casa acabó consagrándose campeón tras vencer a Estados Unidos por 64-50 en un Luna Park abarrotado que contó con 20 mil testigos.
Sin embargo, Jones no se conformó con que únicamente haya competencia masculina. Ante el gran crecimiento del rol de la mujer tras la Segunda Guerra Mundial, decidió que también haya actividad femenina, y el primer Mundial se llevó a cabo en Chile, desde el 7 al 22 de marzo de 1953.
El campeonato contó con una primera ronda en la que se emparejaron los diez equipos participantes (Argentina, Estados Unidos, Francia, Brasil, Paraguay, Perú, México, Suiza, Cuba y Chile). Los ganadores de aquellos primeros juegos avanzaron a la ronda final, mientras que los cinco perdedores debieron jugar una etapa reclasificatoria para definir al último equipo que peleó por el título. Los cuatro restantes, jugaron en una zona para dirimir el séptimo, octavo, noveno y décimo puesto.
Argentina arribó al torneo luego de no haberse podido subir al podio del Campeonato Sudamericano de Asunción 1952. Anteriormente, el país había sido subcampeón en Santiago 1946 y Lima 1950, mientras que se quedó con la corona en Buenos Aires 1948. El equipo estuvo integrado por María Bonetti, María Pastorino, Olga Echeverría, Martina Sosa, Dora Mottollese, Teresa Kirsch, Irma Reyes, Nelly Marchosotti, Mercedes Rosales, Ángela De Vexina, Raquel Ortiz y María Medrano, mientras que Paco Del Río fue el entrenador.
Su debut se dio el domingo 10 de marzo de 1953, cuando enfrentó en el Estadio Nacional de Chile (hoy conocido como Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos) a México. El equipo Albiceleste tuvo un gran inicio de partido, en el que se impuso 18-8 en el primer tiempo, y luego bajó su nivel, pero pudo imponerse 39-34. María Pastorino, figura del equipo en el torneo, fue la goleadora del encuentro con nueve puntos.
De esta manera, Argentina evitó el engorroso caminó de la reclasificación y accedió a la etapa final junto a Estados Unidos, Chile, Francia, Brasil y Paraguay. Su primer partido en este tramo del torneo fue el jueves 14 de marzo, cuando cayó ante la Verdeamarelha por 40-36. El equipo argentino hizo mejor las cosas en el primer tiempo y se impuso por 14-11, pero luego no pudo aguantar ante el gran ritmo anotador del rival, liderado por María Ferrari (14).
Al día siguiente, Argentina enfrentó al dueño de casa y se impuso por 44-38 para sumar su primer y único triunfo en la etapa. Ante la baja de Pastorino, fue Bonetti quien lideró al elenco nacional con 16 puntos. Aquella derrota privó a Chile de ser el campeón del mundo, ya que acabó con apenas un triunfo menos que Estados Unidos (4-1).
La Albiceleste completó el torneo con derrotas ante el elenco norteamericano (34-22), Paraguay (34-31) y Francia (48-26). De esta manera, acabó su participación en el sexto puesto, el mejor de sus ocho apariciones, gracias a una marca de dos triunfos y cinco derrotas.
