Las chicas fueron subcampeonas panamericanas al perder frente a Estados Unidos. Por su parte, los chicos se alzaron con el bronce al vencer a Canadá.
El Estadio de beach vóley se visitó de albiceleste gracias a las medallas obtenidas por ambas ramas.
El primer set de Ana Gallay y Fernanda Pereyra fue un monólogo de buenos saques, bloqueos precisos y ataques punzantes. Estados Unidos nunca estuvo a la altura y fue 21-14.
Ya en el segundo, el comienzo fue más palo y palo y con buenos momentos de Argentina, pero siempre con Estados Unidos al acecho. Sin embargo, las chicas no lograron concretar ataques y de contra, las norteamericanas lograron llevarse el set con una buena defensa. Fue 22-20.
El tercero y definitivo los nervios fueron el factor a superar. Las chicas no pudieron ante los buenos ataques de Estados Unidos y la medalla de oro se les fue escapando de a poco. Fue 15-10.
El bronce también fue para Argentina. Nicolás Capogrosso y Julián Azaad se subieron al último lugar del podio. Vencieron a Canadá en un partido lleno de emociones. Si bien ambos set fueron controlados por los chicos ya en el último tramo, los nervios se hicieron fuertes en ambos jugadores pero tampoco les quitó la concentración y la garra de lucha que tuvieron en el encuentro. El bloqueo y los buenos saques fueron importantes a la hora de hacer la diferencia. Fue 2 a 0 (con parciales de 21-17 y 21-18) para festejar un podio que se anhelaba desde hacía varios Juegos. Ahora buscarán la chance de ser olímpicos.
