Argentina venció 85-77 a Montenegro y mostró una mejor imagen defensiva que en la derrota ante Brasil. Sin Scola, el equipo tuvo como principal figura a Gabriel Deck.
El Alma terminó con un mejor sabor de boca tras el segundo partido en Lyon. El Alma se recuperó de la derrota ante Brasil con un interesante triunfo sobre Montenegro, su primer rival europeo de la preparación, por 85-77.
Uno de los puntos flojos del elenco nacional ante el eterno rival sudamericano había sido el rendimiento defensivo. Este viernes, sin Luis Scola (descanso), Sergio Hernández encontró en Tayavek Gallizzi a un jugador que supo contener a Nikola Vucevic (11 puntos; 4/14 de campo), pívot estelar del Orlando Magic y del conjunto europeo.
En cuanto a lo ofensivo, Argentina fue de menor a mayor. Al igual que en la época de la Generación Dorada, la ofensiva arrancó por una buena defensa perimetral que le permitió al equipo correr la cancha. Patricio Garino (7) asumió el rol que antes tenía el Chapu Nocioni, aportando sacrificio e intensidad para desbaratar al equipo rival, lo que le dio al Alma la chance de golpear de contraataque, con Gabriel Deck (23) y Facundo Campazzo (21) a la cabeza. Los aportes de Nicolás Brussino (8) y Nicolás Laprovíttola (11) en momentos claves también fueron importantes para lograr un mejor rendimiento, más allá del buen resultado numérico.
De esta manera, Argentina cerró el viernes con una marca de una victoria y una derrota en Lyon. Este sábado, desde las 15:30, tendrá una prueba muy complicada ante Francia, el rival de mayor nivel en lo que va de la preparación.
