Argentina lo hizo otra vez: empató sobre el final 2-2 ante Brasil y sigue con vida en el Hexagonal Final del Sudamericano Sub-20 en busca de la plaza al Mundial.
EL equipo de Ubeda parece tener las mismas vidas que el gato. Tiene este sábado que golear a Venezuela por cinco goles y esperar que Brasil no le gane a Colombia para tener su lugar en el Mundial. Con goles de Richarliason y Felipe Vizeu para la verdeamarela y de Brian Mansilla y Lautaro Martínez para el equipo nacional, Argentina respira y flota.
El comienzo del partido fue parejísimo, hasta que una salida de Facundo Cambeses habilitó a Richarliason para que pusiera el 1-0 parcial apenas a los 9’ de iniciado el encuentro. Con avances confusos por no tener la pelota y no saber qué hacer cuando se la tenía, el equipo de Ubeda intentó ataques tímidos y sin producción eficaz. Hasta que llegó la pelota parada que vino desde el córner derecho y que tras la peinada de Cristian Romero, Brian Mansilla se la encontró para empujarla a la red y dar un alivio transitorio.
En el segundo tiempo la paridad fue predominante por la situación que los aquejaba: a Brasil el empate los mantenía cómodos, pero Argentina debía arriesgar, aunque entendía que eso podía implicar la eliminación. Entonces es que llegó un penal polemiquísimo que fue convertido en los pies de Vizeu, haciendo que la imagen, la moral y el estima argentino se deshiciera en pedazos. Los de Ubeda cayeron en el vacío futbolístico que vienen demostrando desde el inicio del torneo, sin ideas ni empuje.
Una luz, allá en el fondo del túnel, hizo encender las esperanzas argentinas. Gracias al testazo de Lautaro Martínez, que selló el 2-2 del final (y sobre el final).
Ahora, con cálculos matemáticos incluidos, será momento de descansar, tomar aire y esperar que el desenlace sea con plaza al Mundial de Corea.
