El base de la Selección argentina Facundo Campazzo ya se concentra junto con el resto del plantel en Las Vegas, y habló sobre el final de la temporada en la NBA y el presente de cara a Tokio: “mi meta ahora es hacer el mejor trabajo posible en la Selección”, dijo.
Que Facundo Campazzo es el jugador argentino del momento no hay duda, pero la fama parece no afectarle la conducta. Luego de la eliminación con Denver en la NBA, se tomó una semana de vacaciones para cambiar el chip e incorporarse rápidamente a la Selección argentina, bajo el mando de Sergio Hernández. «Mi meta es hacer el mejor trabajo posible en la Selección. Ahora tenemos una gira acá, en Estados Unidos, y después vamos a los Juegos, que son lo máximo a lo que un deportista aspira. Será una experiencia increíble. Vamos con mucha ilusión, aunque sabemos que no somos los favoritos, más allá de lo que sucedió en China. Pero tenemos en claro que nos ganamos el respeto del resto de las selecciones. Sabemos que si alcanzamos nuestra mejor versión podemos competir con cualquiera», dijo en su columna para La Nación.
Las sensaciones de los primeros días de entrenamiento con el equipo ya empiezan a dejar huella en el base: «Pasás por todos los estadios. A veces decís ‘estamos muy bien’, al otro día ‘basta de perder pelotas’, al siguiente ‘tenemos que ajustar algo’, pero es normal, parte de este proceso que debemos disfrutar. Porque cuando disfrutás, mejorás. La química y el juego. Esta previa no deber ser una mochila. Es el momento de para adelante, equivocarnos, ir, ser exigentes, porque además sabemos que tenemos cuerpo técnico muy bueno», reconoció.
«Queremos crear la misma manera forma de juego que en China, pero mejorada. Está claro que, al buscar más velocidad de ejecución e intensidad, sumás posibilidades de que haya errores. Pero es a lo que debemos apuntar, el no dejar pensar al rival, hostigarlo. Podemos y debemos mejorar cosas para dar un nuevo paso adelante», contó para la CAB Campazzo. Hernández repitió lista en la base del subcampeonato del mundo de China, y en ese grupo, que compartió 90 días en 2019, se forjó una sólida amistad, que puede rendir frutos en Tokio. «Este reencuentro ha sido como lo esperaba, incluso noto más ganas que antes. Tal vez porque todos esperábamos vivir esto en el 2020 pero la postergación de los Juegos lo estiro todo un año más. Cuando esto pasó pensé ‘uy, qué cagada, no vamos a estar juntos, no vamos a poder seguir la historia en Tokio’, pero por suerte estamos de nuevo acá. Y lo disfrutó porque se extraña, el pasar tiempo con mis amigos, el vivir el día a día de cada proceso. Es hermoso. Acá siempre que venís hay una energía, nos planteamos objetivos y notas que todos tiramos para el mismo lado. Y es motivante, ilusionante», agregó Facu.
El cordobés sabe que, yendo a su segundo Juego Olímpico, se encuentra en una posición más arriba respecto a las nuevas incorporaciones, pero aun piensa que hablar de liderazgo es algo apresurado: «Nosotros todavía lo tenemos a Luis (Scola), que nos sigue marcando el camino, pero es verdad que los que estamos hace más debemos empezar a bajar línea de los valores que vienen de otras camadas… El ser responsables, que vestir la camiseta argentina y todo lo que representa sea una presión positiva, sin que nadie pierda la esencia de quien es».
Entre los compañeros que no han ido a China, se encuentra Leandro Bolmaro, campeón de la Liga Endesa con Barcelona. «Quien me sorprendió más Tal vez fue Lea (Bolmaro). Yo lo venía enfrentando en España y ahí era increíble, por su velocidad, intensidad y talento. Disfruto de verlo jugar por todo eso y porque contagia energía. Además, más allá del talento, es un chico al que le gusta competir a toda costa, te contesta si le decís algo, se enoja si pierde y siempre juega para ganarte», reconoció Campazzo.
Finalmente, el base de Denver Nuggets comentó sobre la apuesta de Hernández para encarar los Juegos Olímpicos: «Si queremos seguir compitiendo y creciendo, debemos subir la exigencia. No es que en el Mundial los rivales no estaban preparados, pero en cierto punto fueron más tranquilos y relajados a jugar contra nosotros, tal vez pensamos inconscientemente que no éramos para tanto. Y eso lo aprovechamos muy bien, pegamos primero y no les dimos respiro. Ahora queremos ser mejores que en el Mundial. No regalar pelotas, estar mejor en los rebotes, para que no nos pase lo de la final… Y creo que podemos. Deberemos también adaptarnos a los rivales que nos duerman la pelota, que no nos permitan hacer nuestro juego. Trabajamos para eso, en potenciar nuestro ADN».
La Selección ya se encuentra realizando entrenamientos doble turno en Las Vegas, la sede elegida para la preparación a Tokio. En días tendrán una serie de amistosos en el MGM. Además, aguardan al ganador del Preolímpico de Lituania, en el que Venezuela, Eslovenia, Polonia y Lituania se juegan la semifinal, para conocer al último rival, y el primero al que deberá enfrentarse en la cita olímpica.
Fotos: prensa CAB