Apenas a 22 días de que comiencen los Juegos Olímpicos se respira un aire raro. En medio de una pandemia que hizo estragos en el mundo, miles de deportistas buscarán la gloria eterna. ¿Qué chances hay para Argentina?
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
Parecía tan lejano… pero ya llegamos. A menos de un mes de que comiencen los Juegos Olímpicos (históricamente postergados en 2020) estamos en la puerta de una nueva edición del evento ecuménico que reúne deportistas de todo el mundo en más de 40 disciplinas.
Quizá el ambiente no está tan festivo como suele suceder en los tiempos previos. No, obvio que no, porque hay una pandemia que se llevó millones de vidas alrededor del mundo y, por supuesto, tuvo su efecto colateral en el deporte.
Es probable que en el periodismo también, por una cuestión de necesidad y para orientar a quienes nos leen, comencemos a hacer el famoso prode por el medallero. Pero… ¿cuán posible es eso hoy? ¿Cuán posible es pensar en candidatos o candidatas si, particularmente en Argentina, tuvimos una cuarentena estricta durante varios meses que fue acompañada por distintas restricciones sanitarias y hasta el día de hoy hay limitaciones para salir al exterior?
Cabe recordar que en junio de 2020 Delfina Pignatiello, quien llega a Tokio como campeona panamericana en los 400, 800 y 1500 mts. libre, pedía entrenar porque estaba en clara desventaja respecto de sus rivales. Las voces se hicieron oír y hubo que esperar un decreto por parte del Gobierno, el cual dejaba eximidos a todos aquellos deportistas que estaban en vistas de la preparación olímpica, ya sea ya clasificados o con chances de clasificar.
No todos pudieron viajar al exterior para prepararse. Y, en la misma línea, no todos pudieron competir y tener el roce internacional que deseaban. Tal es el caso de Las Leonas, que no solo se quedaron sin el 2020 sino que también debieron resignar parte del 2021 y solo pudieron disputar una fecha de PRO League en abril.
Y a todo esto hay que sumar a aquellas personas que se contagiaron de coronavirus, por ejemplo, Luz Casadevall se enfermó y no pudo participar del clasificatorio para Tokio. Los casos positivos hacen que se activen protocolos, como sucedió con Guillermo Milano en Los Gladiadores, que implicó algunos días de suspensión de entrenamiento. Por eso es más que importante continuar cuidándose para llegar a los Juegos de la mejor manera. Me retuerce el corazón que tantos años de preparación para algo que es tan único, se vayan por la borda por el COVID-19.
¿A qué quiero ir con esto? A que, si hoy me preguntan, por supuesto tenemos nuestros candidatos de corazón y, evaluando antecedentes, podemos vaticinar algún resultado. Pero, desde el periodismo que hacemos, entendemos que es mejor hacer foco en que será un Juego en el que, si preguntás a cualquier deportista, es probable que te diga que no sabe con lo que se van a encontrar. Entonces, si los mismos protagonistas no saben… ¿por qué deberíamos de juzgar nosotros desde atrás de una pc?
Quizás, a diferencia de ediciones anteriores, esta vez debamos aceptar que nos tenemos que sumergir y disfrutar de lo que vayamos a ver, sea cual sea el resultado. Más en deporte amateur, donde sabemos cómo son las cosas y cuánto cuestan. El parate no fue igual en todo el mundo, por eso lo mejor que podemos hacer es ser prudentes. Contextualicemos. Entendamos. Empaticemos. Una vez más. Ellas y ellos van a dar todo, lo sabemos. Banquemos y que sea lo mejor.
Vamos Argentina, hoy y siempre.
Foto: Peri Soler y Vero Simón