Se acercan los Juegos Olímpicos y pareciera que los deportistas que van deben ganar todo y prácticamente sacar un país adelante.
Siempre digo “ojalá que se les exigiera tanto a los políticos como a los deportistas”. Cualquiera que vea la transmisión por cualquier medio de comunicación como televisión, redes sociales, YouTube, Twitch o páginas oficiales se cree con el derecho de criticar porque sí.
Si bien las redes sociales son particulares ya que allí cualquiera puede agredir escondiéndose en una identidad falsa o ficticia, me llamó la atención los insultos y descalificaciones a Leo Maciel, arquero de la Selección Argentina de handball, ñuego de haberse oficializado su llegada Barcelona.
Si esto ocurrió por la simple incorporación de un jugador a una institución, imaginate lo que será cuando un argentino quede a un paso del podio o salga último.
El filósofo y científico Henri Poincaré dijo que “una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras sino cien pensamientos”.
Ansiedad, depresión, ataques de pánico. Los deportistas ante todo son personas. Y que alguien escriba “Perdedor”, “Inútil”, “No servís para nada”, “Es lo más barato que encontraron “, tiene mucha mayor transcendencia de lo que se cree.
Y los medios de comunicación, claramente no quedan fuera de esto. Cuántos integrantes programas de televisión se ríen cuando un deportista sufre depresión o expresan que pausaron su actividad en el deporte por sufrir algún problema de salud mental.
Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la percepción que
la sociedad tiene de la realidad. Estos pueden reforzar prejuicios y estereotipos, y en la misma medida pueden luchar contra ellos.
Todos podemos ser ese otro en algún momento de nuestra vida. O tal vez, un familiar, un amigo, una persona cercana. Venimos de un año de pandemia donde todos vimos nuestra vida dada vuelta y lo que teníamos planeado se modificó o cancelo.
Hay argentinos que desde hace más de cinco años que se están preparando para la competencia. Cinco años que tal vez cuando les toque participar en Tokio no les vaya bien y no está mal. Nadie quiere perder. Sin embargo, en el juego hay ganadores y perdedores.
Porque pareciera que los deportistas son argentinos cuando ganan, pero cuando pierden son el mayor enemigo.
Por eso, alentalos no critiques por que sí. Las palabras sí importan.
Foto: Peri Soler
