El comisionado de la liga estadounidense de básquet afirmó que no se parará la competencia aunque coincida con los Juegos Olímpicos.
La National Basketball Association (NBA), la liga de básquet más importante del mundo, tiene planeado comenzar la próxima temporada en enero de 2021, y se extendería hasta agosto. Esto podría traer problemas debido a la coincidencia con la realización de los Juegos Olímpicos de Tokio, que se disputarán entre el 23 de julio y el 8 de agosto. Además, a lo largo del 2021 habrá eventos clasificatorios, para los que también se podría convocar a los jugadores que actúan en la liga estadounidense.
Adam Silver, el comisionado de la NBA, ya advirtió que es muy difícil la suspensión temporal del torneo para permitir la asistencia de los jugadores al evento olímpico. Sin embargo, si declaró que “hay muchos jugadores de la NBA que participan en las Olimpiadas con otros países, y es algo con lo que tendremos que trabajar. Para nosotros sería complicado tomar una decisión en enero con un calendario olímpico que es poco claro”.
En las fechas en que se disputará Tokio 2020, la NBA ya estaría llevando a cabo la etapa de playoffs, por lo que varios equipos ya estarían liberados. Sin embargo, muchos otros deberían elegir entre su equipo o su selección, lo que podría acarrear rupturas de contratos o sanciones. Y no solo es sobre el equipo estadounidense: selecciones como Eslovenia (con Luka Doncic y Goran Dragic), Grecia (con Giannis Antetokoumpo), Serbia (Nikola Jokic), entre otras, entre otras, podrían verse afectadas.
Vincent Poirier, pivot francés que se desempeña en los Boston Celtics, fue uno de los primeros jugadores en referirse al tema. “Nunca he ido a unos Juegos y me encantaría participar. Tengo 27 años y en los siguientes ya tendría 31. Yo prefiero los Juegos Olímpicos porque en Francia no es habitual ser campeón olímpico; si soy uno de los doce que lo consigue, seré una leyenda”.
Si bien aun hay tiempo por delante para tratar esta cuestión, la situación entre la NBA y Tokio 2020 no parece ser algo que pueda resolverse sin afectar a alguna de las partes.
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