La federación de natación inglesa Swim England, anunció que, a partir de septiembre, dejará de existir la categoría “hombres” y quedaran las categorías “abierto” y “mujeres”.
El ente superior de la natación inglesa, Swim England, anunció el pasado 3 de abril, a través de un comunicado en su página oficial, que a partir del 1 de septiembre de 2023, toda competición que se realice bajo su jurisdicción deberá contar con las categorías “abierto” y “mujeres”, ya no habrá una categoría específica para “hombres”.
En la nueva categoría, originalmente llamada “open” en su idioma nativo, competirán “todos los atletas que hayan nacido con sexo masculino; atletas transgénero; atletas no binarios, y cualquier competidor que no sea elegible para la categoría de femenino”. Esta última categoría, será “exclusiva para toda aquella persona que haya nacido con el sexo femenino”.
Este cambio, en palabras de la propia Swim England, tiene como objetivo “proteger la competición justa dentro de la senda deportiva”. Swim England también explica que decidieron profundizar en sus medidas con respecto a las personas transgénero ya que, si bien su política previa, la cual estaba relacionada al uso de terapia hormonal, fue “efectiva a la hora de reducir las ventajas en el rendimiento”, la encontraron “insuficiente como para negarlas completamente”.
Al ser un tópico que surgió de manera reciente, sumado a lo controversial del mismo, las reglamentaciones siguen desarrollándose. Es hasta el día de hoy que, con respecto a los atletas transgénero, no se logra llegar a un acuerdo general, o a un consenso unificado el cual acepten todos los entes reguladores nacionales e internacionales de la natación.
Hasta hace unos años, el Comité Olímpico Internacional (COI), había decidido utilizar la medida de 10 nanomoles de testosterona por litro de sangre como límite para las atletas mujeres, sin embargo, este último ente decidió actualizar sus políticas, y desde 2021 optó por una serie de reglas distintas.
En este nuevo acuerdo, publicado en vistas de Paris 2024, el COI dedicó un artículo a la “primacía de la salud y la autonomía física”, en el cual aclara que “los atletas nunca deberían ser presionados por una Federación Internacional, organización deportiva, o cualquier otro ente (ya sea por el criterio de elegibilidad o no), a ser intervenidos por medicina, o a pasar por cualquier procedimiento o tratamiento innecesario para alcanzar el criterio de elegibilidad.”
Información extraída directo del reglamento del COI sobre la justicia, inclusión y no-discriminación con bases en la identidad de género y las variaciones de sexo
USA Swimming, el ente regente de la natación en Estados Unidos, optó, desde 2022, año en el que actualizaron por última vez sus políticas con respecto a las nadadoras transgénero, por mantener la regla de los nanomoles en sangre, con una ligera alteración. En el comunicado que tomó efectividad en febrero del pasado año, los estadounidenses declararon que en todos los torneos de élite, el límite de testosterona iba a ser de 5 nanomoles por litro de sangre.
Otro ejemplo de la clara indecisión que hay con respecto al tema, es lo que hizo el ente con más peso en la natación mundial, World Aquatics (ex-FINA). Este eligió una senda diferente a la del COI, la de Swim England, o la de USA Swimming, y determinó que sólo podrán competir las atletas que hayan completado la transición antes de los 12 años. Esta decisión, que fue tomada en julio del año pasado, como temporal, fue ampliada y ratificada a principios del pasado mes de marzo. Desde entonces, las atletas femeninas deben cumplir con los siguientes requisitos para ser elegibles para competir en la categoría “mujeres”:
1. Podrán competir en la categoría, aquellas que hayan utilizado testosterona como parte de una transición pero lo hayan dejado, y sean capaces de demostrar que:
– La testosterona fue utilizada por menos de un año en total, y no tuvo lugar durante el crecimiento y desarrollo puberal.
– Sus niveles de testosterona en plasma volvieron a los niveles previos al tratamiento, y cualquier efecto asociado con los anabólicos ha sido eliminado.
2. Aquellas que hayan transicionado de hombre a mujer y atletas con 46 XY Desarrollo Sexual Diferente (DSD), cuyo género legal sea femenino, podrán competir si logran establecer, hasta un punto el cual World Aquatics considere satisfactorio, que no han experimentado ninguna parte de la pubertad masculina posterior a la segunda etapa de Tanner, o antes de los 12 años, lo que sea que pase después.
Específicamente, el atleta debe producir evidencia que establezca que:
– Tiene completa insensibilidad respecto al andrógeno y de esta manera no puede experimentar la pubertad masculina.
– En el caso de tener sensibilidad al andrógeno, necesitará haber suprimido su pubertad masculina antes de alcanzar la segunda etapa de Tanner o los 12 años, lo que sea que pase después. Desde entonces deberá haber mantenido, de manera continua, sus niveles de testosterona en suero (o plasma) por debajo de los 2.5 nanomoles por litro.
– Una desviación involuntaria de la marca de los 2.5 nanomoles por litro, puede resultar en una descalificación retroactiva de resultados y/o en un periodo de inelegibilidad.
– Una desviación intencional de la marca de los 2.5 nanomoles por litro, puede resultar en una descalificación retroactiva de resultados, y en un periodo prospectivo de inelegibilidad.
Todas estas reglas son extraídas de las regulaciones de competencia aprobadas por el Bureau World Aquatics el 21 de febrero de 2023, y entraron en vigencia con inmediatez.
¿Dónde comienza esta discusión?
Si bien el tópico de los atletas trans comenzó a cobrar relevancia en Tokyo 2020, con la actuación de Laurel Hubbard en la disciplina de halterofilia, como la primera atleta trans en participar de un Juego Olímpico, el tema tardó un poco más en llegar a la natación.
El foco llegó a las piletas cuando, en los primeros meses del año pasado, la nadadora Lia Thomas, representante de la Universidad de Pensilvania, ganó un primer puesto en un torneo de la National Collegiate Athletic Association (NCAA), la liga universitaria nacional de Estados Unidos.
La polémica giró en torno a los resultados que la propia Thomas tenía antes de transicionar. Al tratarse de un torneo de suma importancia para los estadounidenses, las opiniones no tardaron en llegar.
John Lohn, el editor en jefe de una revista digital muy prestigiosa en el ambiente llamada Swimming World Magazine, denunció, en abril de 2022, en un artículo titulado: “Una mirada a los números y los tiempos: no hay negación a las ventajas de Lia Thomas” que:
“Antes de transicionar género femenino, Thomas había alcanzado, en el ranking de las 200 yardas libre, el puesto 554. Posterior a su transición, logró posicionarse como una de las mejores nadadoras de la competición en varias pruebas del estilo libre.”
A Look At the Numbers and Times: No Denying the Advantages of Lia Thomas
Tanto revuelo generó el rendimiento de Thomas, que el propio gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, emitió un comunicado a través de su cuenta de Twitter personal, por el cual reconoce a la medallista olímpica Emma Weyant, subcampeona de la prueba en la que Thomas campeonó, como la ganadora legítima de la carrera.
DeSantis defendió su posición bajo el argumento de que “Al permitir que los hombres compitan en los deportes femeninos, la NCAA está destruyendo oportunidades para las mujeres, burlándose de sus campeonatos y perpetuando un fraude.”
Ron DeSantis desde su cuenta de Twitter personal
Como respuesta a las múltiples acusaciones que alegaban que Thomas “representaba una amenaza para el deporte femenino”, la nadadora transgénero comentó que las personas trans “no transicionan en busca de mejores resultados”, sino que lo hacen para “sentirse felices y auténticas”.
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