Paula Pareto se manifestó en sus redes sociales respecto a los comentarios que le dejaban respecto a su imagen corporal. La Peque cuenta en sus historias cómo es un día en su vida, mostrando sus momentos de activación, entrenamiento y hasta los enlaces que hace en medios de transporte para cumplir con todas sus obligaciones laborales.
Cansada de recibir comentarios fuera de lugar, Paula Pareto escribió en su Instagram personal una carta de descarga sobre los dichos que la gente le deja desde el otro lado del celular.
“Por comentarios como estos escondí mi cuerpo toda mi infancia y adolescencia”, comenzó su carta la Peque. “Pero seguí mi proceso, por que sabía que el físico era solo la decantacion de un trabajo diario que tenía un objetivo”, continuó.
“Ese objetivo se cumplió y no solo me hizo feliz a mi, sino tambien a todo mi gran equipo de trabajo”. Ese objetivo, transformado en medalla de oro en Río 2016, solo para citar algunas de sus hazañas en el judo, cambió por completo el paradigma del deporte femenino en el país.
Respetada por propios y ajenos, Paula es ejemplo adentro y afuera del tatami. Una de las mejores deportistas argentinas de todos los tiempos, sigue sintiendo inseguridades con su cuerpo, por culpa de la palabra ajena.
«Las comparaciones en general no son buenas, mucho menos las corporales, ya que hay que entender que cada deportista es un sujeto en particular, y en función de eso trabajar para potenciar su confianza, su actitud, su capacidad de visualizarse concretando metas deportivas. Las generalizaciones en cuanto a lo estético (muy alto, muy flaco) para determinado deporte terminan perjudicando la actitud para desempeñarse en el mismo, muchas veces generando condicionamientos», comentó Victoria Funes, psicóloga deportiva, en esta nota.
Una vez más hay que aclarar que los cuerpos son solo eso, y que no hay estereotipos para realizar deportes. Un cuerpo sano es un cuerpo activo, descansado, bien alimentado e hidratado. Sin importar “cómo se vea”, siempre que sea el cuerpo que el deportista o la deportista necesita para competir, es suficiente.
El deporte en su concepción empírica siempre ha alabado a los cuerpos musculosos, adjuntándoles hombría, fuerza, velocidad, capacidad y resistencia; estandartes fundamentales para ser de la elite olímpica. Con el correr de los años, el acceso a la actividad deportiva se diversificó. Esto hizo aparecer un sinfín de cuerpos que se corrieron de la norma, rompiendo récords y barreras, venciendo estereotipos corporales perfectos y demostrando con números y rendimiento, que lo importante no es lo que se ve, sino lo que se puede hacer. Será momento de reivindicar el esfuerzo, sin apostar a la comparación corporal como único modo de defender al talento.
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