Melisa Gil incrementa sus expectativas pensando en los Juegos Olímpicos y, contenta por su actuación en Doha, ya está en Chipre para continuar con la preparación en la carrera a Río.
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
El fantástico bronce conseguido por Melisa Gil en el Grand Prix de Qatar dejó muy buenas sensaciones en el equipo, pero sobre todo, en la mismísima tiradora. Con 31 años y los Juegos Olímpicos por delante, la representante del Tiro Federal hizo un balance de su actuación en Doha: “Estoy súper contenta porque tenía expectativas, pero a la vez no tenía expectativas tan altas. Como era la primera competencia oficial, con todo lo que eso implica, estaba nerviosa para conseguir un buen resultado. Pero como hemos estado trabajando la parte mental, eso me ayudó un montón porque me hizo vivir el día a día, el tiro a tiro y no pensar tanto en el resultado. Eso me favoreció un montón porque me sacó adelante el resultado y aprendí y que si me llegan a pasar las mismas circunstancias en próximas competencias, voy a saber corregir los errores”.
Lo cierto es que tanto ella como Federico, están en un nivel altísimo en skeet y son una firme esperanza de buenos puestos en los Juegos Olímpicos. Los números no mienten: con Melisa tirando con mucha precisión y su hermano con un récord nacional de 124/125, las esperanzas son las mejores y ella de a poco comienza a creerlo, aunque con cierta y entendible mesura. “Las expectativas, a medidas que va pasando el tiempo, van cambiando para mejor. Esto de que nos está yendo cada vez un poquito mejor te da confianza para conseguir mejores resultados. No queremos llegar con muchas expectativas porque errás un plato y se te cae el mundo abajo, por eso encaramos todo de manera más consciente, pensando en el hoy. Todo lo que hagamos ahora va a ayudar en el futuro, pero tenemos una linda oportunidad en Río y no la queremos dejar pasar”, apuntó la mayor de los Gil, quien también admitió que están trabajando mucho la parte psicológica con Pedro Medani para complementar el gran entrenamiento físico que venían realizando con su padre, Horacio.
Por último, Melisa mantuvo su alegría al reflexionar y referirse a sus competidoras, con quienes tuvo el lujo de compartir el polígono en Doha y, posiblemente, lo haga en Río y, lejos de acumular nervios, siente una linda presión y motivación. ”Me ayudó competir con ellas porque, si bien no te tenés que comparar, te medís. Estuve en la final, que ya para mí fue un montón y luego me clasifiqué para el tercer puesto. Esto me da más confianza para lo que viene, más allá que uno después no sabe cómo te va a ir. Da fe para uno mismo”, cerró.
La próxima cita del equipo de Horacio Gil (Melisa y Federico Gil y Fernando Borello) será en la Copa del Mundo de Chipre, que se pondrá en marcha desde el 17 de marzo. A seguir probándose.
