Guido Buscaglia: “El sueño es una medalla en los Panamericanos”

Porteño en los papeles, marplatense en el alma; hincha de Racing y estudiante para contador público. El detrás de escenas del nadador más rápido de la historia argentina.

Por: Franco Zabala

Tras terminar unas cosas de la facultad, un ícono de la velocidad argentina levantó el tubo para contar un poco quién era la persona de la que estaba hecha ese sinfín de medallas y títulos con el que se lo asocia. 

Guido Buscaglia nació el ocho de octubre de mil novecientos noventa y seis, en algún barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Unos años después, por motivos laborales, la familia debió mudarse a Rosario, y repitieron con el destino puesto en “La Feliz”, donde reside Guido.

Es el hermano del medio de los tres que integran la familia: el mayor le lleva seis vueltas, y él le saca dos al menor. No comparten la edad, aunque sí comparten una pasión blanquiceleste: el Racing Club de Avellaneda.

“Somos hinchas de Racing. Mi vieja y mi viejo son de Avellaneda, toda mi familia materna es de Avellaneda; son todos del Rojo, menos mi mamá, que es de la Academia. Mi papá y mi abuelo paterno también son hinchas de Racing”.

Guido Buscaglia

Para no opacar a todos los que quieran jugar a la pelota, el capitán de la selección argentina se quedó en su carril, y se dedicó únicamente a la natación. La pasión por este deporte comenzó como una recreación escolar, donde comenzó a competir a nivel regional. Hasta que Sebastián Quintana, el actual director de deportes de Once Unidos, le pidió que se pasara a su club por sus bastas condiciones. Ese llamado a un Guido de no más de once años, fue la iniciación en el equipo con el cual se identificaría hasta el día de hoy. 

Su debut en los campeonatos de nivel nacional tuvo lugar en el año 2009, momento en el que la Argentina vería nacer, sin saberlo, a una de las camadas más fructíferas de su natación. Con exponentes de la talla de: Santiago Grassi, Macarena Ceballos, Agustín Hernández y Andrea Berrino.

Un año después de probar las pistas nacionales, se pondría una camiseta que le quedó tan bien, que no se la sacó más: la de la selección. A los trece, se ganó el puesto para ir al Trofeo Chico Piscina, conocido como “Mococa”, por la ciudad brasileña.

La coronación de su etapa como juvenil llegó en 2014, con la participación de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Naknín. Allí estuvo acompañado por otros dos de la categoría 1996: Santiago Grassi y Josefina Lorda-Taylor. 

“En las primeras selecciones arranqué nadando espalda, más de grande me tiré a crol, y ya en los torneos importantes como el Mundial Juvenil o los Juegos Olímpicos Juveniles clasifiqué por crol; pero nadaba más 100m y 200m”.

Guido Buscaglia

En sus comienzos a Guido Buscaglia le tiraba más espalda, ya en la adolescencia se definió como crolista, lo que nunca cambió fue su pasión por las distancias cortas. Por más que la carrera en la que ostenta el récord absoluto (cincuenta metros libre), la haya incorporado a su programa hace pocos años, jamás compitió más de doscientos metros. 

Para él, la velocidad no es solamente algo que se pueda entrenar. 

“Velocista se nace. Es algo que se trabaja un montón, pero lo tenemos innato en el cuerpo, la potencia, la velocidad”.

Guido Buscaglia

En cuanto a lo académico, desde chico tuvo un interés por las ciencias económicas. En su colegio, migró de la modalidad de sociales para buscar los números, y ni bien terminó la secundaria se anotó para ser contador público en la Universidad Nacional de Mar del Plata. 

Si se habla de lo profesional, Guido trabaja dos horas al día en su club como profesor, además de las becas que cobra. Tanto el Ente Nacional de Alto Rendimiento como la Secretaría de Deportes le dan una remuneración, la cual se mantiene por resultados. Las que le corresponden al marplatense son por su reciente medalla sudamericana, y por su clasificación a los Juegos Panamericanos.

Con la mira en Santiago 2023

“El objetivo que nos planteamos cuando arrancamos el año fue obviamente el Panamericano, que es muy importante para Argentina”.

Guido Buscaglia

Este último torneo tiene una importancia la cual trasciende individualidades, es una competencia en la que se prioriza la bandera por sobre el resultado personal. El objetivo principal para él, más allá de los relevos, es conseguir una final en los cincuenta metros libre, y sueña con la posibilidad de alcanzar una presea.

Antes del torneo de toda América, dará una vuelta por Japón, para sellar su pase por el segundo Mundial de mayores de pileta larga. En Fukuoka 2023, lo principal es volver a entonarse en ese roce tan competitivo que caracteriza a una competencia de esa estirpe, los objetivos más grandes serán buscados en Santiago. 

Si se habla de torneos mundiales, Once Unidos tiene a los únicos dos varones argentinos clasificados tanto para el mayor como para el juvenil: Guido Buscaglia y su compañero de equipo Ulises Saravia.

Buscaglia reconoce su lugar como referente, y se llena la boca de elogios al hablar del presente de la institución para la que nada, y no es para menos. Más allá de Saravia, el club está en auge, con su flamante segundo puesto en el Argentino Open, y una vasta cantidad de récords adquiridos en el mismo torneo. 

En donde también es guía es en la selección, donde los juveniles de a poco comienzan a hacerse su espacio. Guido afirma que la nueva versión de él, quien vendría a ser Matías Santiso, es una suerte de 2.0 por las pintas de él. 

“Tener una competencia tan fuerte como “Mati” (Santiso) en los 100m libre me hizo muy bien. Me empujó a tener que nadar en mis mejores marcas”.

Guido Buscaglia

El rol de capitán de la Selección

Previo a cada torneo, no puede faltar la charla del capitán Guido, quien constantemente trata de apoyar y acompañar a los más chicos. Durante las mismas, siempre trata de hacer entender a los novatos, el enorme privilegio que es formar parte del equipo nacional. 

Una curiosidad sobre la carrera de Guido es que la primera vez que alcanzó una medalla en un torneo internacional. Fue en el Sudamericano de 2016, con más de cinco años de selección encima. En ese campeonato, el cual tuvo lugar en Asunción, Paraguay, se llevó tres medallas, una de cada color. De más joven, salir del país para correr era una misión imposible, una paradoja para su versión actual, que consiguió sus mejores resultados siempre de visitante. 

“La mejoría me la dio la experiencia. Al principio me costaba competir contra gente que era mucho mejor que yo. Después aprendí que hay deportistas que no vamos a ganar siempre”.

Guido Buscaglia

Con el pasar del tiempo logró comprender que, por más que la victoria sea un fin imposible, la búsqueda del mejor resultado debe estar igual. Es la madurez de aprender a pelear con uno mismo, lo que le enseñó a competir en cualquier circunstancia. 

Amante de los entrenamientos de velocidad, es natural que sea el primer detractor de los turnos largos. Una mañana de este velocista promedia no más de cinco mil metros. Esto se debe a que el foco está puesto en la calidad del entrenamiento antes que en la cantidad de metraje. Realmente adora competir, y señala que lo que menos le gusta de su deporte es el entrenamiento. Le disgustan por completo aquellos días en los que el mal clima sobra y las ganas de nadar, faltan. 

Sobre calidad, el punto en el que más se centra Guido Buscaglia para mejorar, es en el subacuático. Lo que él define como su déficit a la hora de nadar. Esto es un problema que lo ha acompañado durante toda su vida, pero que ha podido contrarrestar con su nado por encima del agua. 

Cree en Dios, alguna vez tomó la comunión, pero no es tan devoto como para adjudicarle ninguno de sus resultados a la deidad cristiana. Sus tiempos son atribuidos a él y a su equipo, conformado principalmente por sus entrenadores Federico Diez y Ezequiel Valdez; y su preparador físico, Miguel Álvarez. A esta lista también la completan todos los médicos que ayudan a conseguir estas grandes marcas, como podría ser un kinesiólogo o un nutricionista.

En sus tiempos libres, cuando puede tomarse una pequeña vacación de las responsabilidades de su deporte, su salida predilecta son los boliches. Su género musical favorito es el reguetón, o cualquier canción actual, y no tiene ningún trago de preferencia. 

Antes de pasar al plato fuerte de la nota, no se puede quedar afuera la mención a los que hicieron de referentes durante las edades menores del gran campeón: José Meolans y César Cielo.

“Mis ídolos de chico eran José (Meolans) y Cielo. Me encantaban, hasta me acuerdo de haber hecho alguna presentación de ellos en el colegio y todo”.

Guido Buscaglia

El que se sumó más tarde, y también fue rival y compañero del marplatense, fue el santafesino Federico Grabich. 

Guido Buscaglia y una marca histórica marca

A pesar de que se planea toda la vida, ver la placa con un nuevo récord nacional, es algo que ningún nadador se espera. Y Guido Buscaglia lo hizo en medio de uno de los torneos más prestigiosos de Brasil. Fue la culminación perfecta para un proceso de siete largos años, allá cuando por primera vez rozó el veintidós largo. Hasta llegar al día de hoy, donde sólo diecisiete centésimas lo separan de los 21 segundos en los cincuenta metros libre. 

La cara de pura felicidad que se muestra en el video cuando Guido Buscaglia toca la pared es una síntesis que no necesita ningún tipo de descripción. Este tiempo tan bueno, sigue sin ser el final, pues Guido lo tomó como un envión anímico para rebajar aún más el récord. 

Cómo ve su futuro

Lo que parece ser el peldaño final para una carrera llena de éxitos, es el torneo que Guido todavía no pudo sumar a su colección: unos Juegos Olímpicos. París será la última chance para el velocista marplatense, aunque no cree que sea un punto final para su carrera.

– ¿Cuál es el futuro de Guido, de acá a 5 años?

– Y, ya con 31. Supongo que retirado de la natación, o nadando sólo 50m libre. Espero ya estar recibido, y estar trabajando de algo relacionado a la contaduría.

En cinco años, se van a ver los últimos cartuchos de un nadador que grabó su nombre a fuego en la historia nacional, que para ese momento seguramente esté con una cercanía, por lo menos, unos tintes menores a la piscina, que por tantos años fue su fiel compañía.

Seguir leyendo:

• Fukuoka 2023: Los argentinos para el Mundial de Deportes Acuáticos
• Los mundialistas de aguas abiertas: uno por uno