El equipo de sable masculino se quedó con el tercer puesto para firmar un gran paso argentino por el Campeonato Panamericano Junior-Cadete en La Habana. La delegación nacional cosechó tres medallas y mostró un gran potencial pensando a futuro.
Si faltaba algo para terminar de dar cuenta que Argentina tuvo un gran paso por el Campeonato Panamericano Junior-Cadete en La Habana, Cuba, esa duda se disipó este martes. Después de la medalla de plata del viernes de Lucio Pérez Ondarts (espada cadete) y el tercer puesto del equipo de florete masculino el lunes, este martes se sumó un nuevo podio de la mano del sable masculino.
El combinado formado por Tomás Alitisz, Pietro Di Martino, Stefano Lucchetti y Tomás Macri se preveía como un candidato a presea en la previa del torneo y el mismo terminó consiguiendo la medalla de bronce.
Argentina tuvo un durísimo debut, en cuartos de final frente a México. El duelo no fue apto para cardíacos, ya que el elenco centroamericano presentó una gran resistencia y habilidad ante el buen nivel Albiceleste. Sin embargo, con un poco más de cabeza fría en momentos definitorios y el lógico talento nacional, el equipo avanzó a semis por 45-44.
En semis, frente a Estados Unidos, la historia no fue diferente, pero el final fue adverso. El conjunto rival estuvo más preciso que Argentina en el momento clave para festejar con un 45-42 que lo metió en la final. El título luego quedó en manos de Canadá, que venció 45-27.
Así Argentina debió ir en busca de la medalla de bronce frente a Chile. En esta ocasión, el cuarteto nacional mostró una clara superioridad frente al trasandino para imponerse 45-33 para completar el podio.
Además la delegación nacional estuvo presente en otras dos categorías en la jornada. El equipo de espada masculina acabó en séptimo lugar, mientras que el de florete femenino lo hizo en el octavo puesto.
Tres medallas y varios individuales en el Top 10, además del lógico y siempre positivo roce internacional, fueron los puntos más destacados de un gran paso argentino por la capital cubana. Hay futuro, hay material. Hay que trabajarlo de la manera adecuada, con las instalaciones necesarias, para que el potencial no se pierda.
