Los Leones perdieron 5-1 ante Australia en la semifinal y no podrán ir por el oro. El domingo, desde las 7:30, enfrentarán a Inglaterra por el bronce. Con hidalguía, los chicos hicieron historia y hay chances de ir más lejos.
Las esperanzas estaban intactas, pese a que se conociera la realidad. Argentina tenía enfrente un rival durísimo, al que había que darle pelea primero. Desde la puesta de los nombres, el partido parecía complicado. Es que Australia es el mejor equipo del mundo (último campeón mundial) y lo demostró desde el minuto 0. Se plantó en la cancha y fue pura verticalidad. De tanto buscar, ya a los dos minutos obtuvo su primer córner corto, que se convirtió en gol de Govers, el segundo mejor lanzador del equipo.
Los Leones no ejercieron demasiada presión y buscaron salir con toda la velocidad posible desde el fondo argentino, pero se encontraron con los duros defensores australianos que impidieron cada embate de los de Retegui. A los 22 minutos, Hayward de córner corto marcó el segundo tanto y dejó en claro la tremenda efectividad del equipo. Se tornó un partido cerrado en el medio y se entendía que quien pudiera desenmarañar la zona de 25 yardas, iba a llegar con claridad al área rival. Los Leones tuvieron dos córners cortos consecutivos, pero que no llegaron a destino debido a la gran tarea defensiva de los australianos, que fueron pura contundencia y a poco de finalizar el primer acto, pusieron el 3-0.
El segundo tiempo fue otra demostración de Australia: a los ocho minutos, Ciriello ponía el 4-0 y Los Leones miraban desde abajo a esa máquina amarilla que era absoluta velocidad y dominio. Argentina se animó y buscó apurarse para, por lo menos, intentar convertirle un gol más a Australia, que sólo había recibido un tanto en todo el Mundial a manos de Bélgica. Pero a los 20 minutos reapareció Hayward, el jugador más joven del plantel, que con sus 21 años le marcó el quinto y doloroso tanto a Los Leones.
Sin embargo, a los 22 minutos cobraron córner corto para Argentina y fue Gonzalo Peillat quien se encargó de descontar. Argentina continuó con todo lo que pudo y sobre el final tuvo chances de marcar otro gol. Pero se encontró con un equipo australiano que jugó sumamente concentrado y fue sólido en todas sus líneas. Sonó la chicharra y los sueños de jugar por el oro, terminaron para Argentina.
Pese al sabor amargo que deja una derrota, y sobre todo una goleada con estos números, hay muchas cosas buenas para destacar. Los Leones alcanzaron una instancia histórica, a la que ningún otro plantel había podido llegar en Mundiales anteriores y tienen todavía la posibilidad de colgarse una medalla si le ganan a Inglaterra el domingo temprano, a las 7:30. El equipo se encontró, pero la lógica ganó en este caso. Todavía quedan 70 minutos más para seguir soñando.
Síntesis:
Australia (5): Andrew Charter, Simon Orchard, Chris Ciriello, Robert Hamond, Mark Knowles, Eddie Ockenden, Jacob Whetton, Matt Gohdes, Timothy Deavin, Kieran Govers, Fergus Kavanagh. Ingresaron: Jamie Dwyer, Liam De Young, Glenn Turner, Matthew Swann, Aran Zalewski, Jeremy Hayward, Tyler Lovell. Entrenador: Ric Charlesworth.
Argentina (1): Juan Vivaldi, Gonzalo Peillat, Juan Ignacio Gilardi, Pedro Ibarra, Lucas Rey, Matías Paredes, Lucas Vila, Juan Martín López, Matías Rey, Manuel Brunet, Agustín Mazzilli. Ingresaron: Pablo Trevisan, Joaquín Menini, Lucas Martínez, Guillermo Schickendantz, Guido Barreiros, Lucas Rossi, Agustín Abratte. Entrenador: Carlos Retegui.
Goles: Kieran Govers 4´PT (Au), Jeremy Hayward 22´PT (Au), Jacob Whetton 33´PT (Au), Chris Ciriello 14´ST (Au), Jeremy Hayward 20´ST (Au), Gonzalo Peillat 23´ST (Ar)
Tarjetas Verdes: Jamie Dwyer 3´ST (Au)