Franco Mejias Vigiani habló con Argentina Amateur y analizó su actuación en el ciclismo por equipos, donde terminó séptimo junto a Nicolás Exequiel Torres. El tucumano de 18 años manifestó su felicidad por el resultado obtenido y la experiencia vivida. Caballo buscará en el 2015 competir en Europa y meterse en el Mundial.
Por Fernando Torok
Veinticuatro días han pasado del final de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing. A lo largo de las trece jornadas de competencia, los representantes argentinos dieron todo para representar al país de la mejor manera y varios se han quedado con medallas por sus excelentes rendimientos. De hecho, la delegación argentina sumó siete preseas, dos más que en Singapur 2010.
Uno de los atletas argentinos que no pudo meterse en el podio pero hizo una gran presentación fue Franco Mejias Vigiani. El tucumano terminó séptimo en el ciclismo por equipos junto a Nicolás Exequiel Torres. “Caballo” tiene 18 años, es hijo de Néstor y María de los Ángeles. También tiene una hermana, quien se llama Noelia. Además de ser ciclista, se encuentra en el último año del secundario porque sabe que al deporte hay que complementarlo con los estudios.
¿Cómo surgió el apodo de Caballo?
Me lo puso el entrenador por una frase que yo digo siempre. “El caballo se prepara para el día de la batalla pero solo Dios le da la victoria”.
¿Cómo nació la pasión por el ciclismo? Y, ¿cómo conociste a tu entrenador Carlos Apud?
Cuando era chico yo hacía folklore y fútbol. De ahí siempre salía a hacer bici con mis amigos y me gustaba. Un día para otro que me decidí para ser ciclista y empecé, esto fue en el 2011. En cuanto a mi entrenador, yo tengo una bicicletería cerca de mi casa y siempre iba para ahí. El entrenaba ahí como lo hace ahora. En cuanto surgió el contacto, empecé a entrenar con él y lo sigo haciendo hoy.
Cuando eras chico practicabas fútbol. ¿Era para ser profesional o por diversión?
Nunca se me pasó por la cabeza ser jugador de fútbol. Lo hacía para pasar el rato. El fútbol no me gusta para nada. Desde que empecé a andar en bici, no me interesó más. No soy hincha de nadie y tampoco miro los partidos de acá. Los únicos partidos que puedo llegar a ver son los de la Selección, que esos son emocionantes.
¿Cómo es tu entrenamiento?
Me da una rutina el entrenador y promedio dos horas por día. El entrenamiento es de lunes a lunes. En cada rutina tenés los entrenamientos variados, todo de acuerdo a la planificación. Hago trabajo de gimnasio todos los lunes, miércoles y viernes. En cuanto a la preparación para certámenes internacionales hago doble o triple turno. Así me preparé para Nanjing y me preparo para los objetivos importantes.
¿Cómo combinás el deporte con el estudio?
Se complica un poco pero te das maña y aprendés. Si estudiás en casa, te es más fácil. Yo estoy yendo a un colegio a la noche. Me queda la noche libre para poder estudiar también.
Antes de una competencia, ¿qué música escuchas o cómo te motivas?
El día de la competencia no suelo escuchar música. Los días previos sí, y escucho cualquier cosa. Pero antes de competir me gusta ver un video del Mountain Bike en los Juegos Olímpicos en Londres 2012. Ese es el video que me motiva.
¿Cómo describís tu experiencia en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing?
Fue una experiencia única. Estoy muy contento de haberlo vivido. La he pasado muy bien. Me encantaba conocer gente de otros países, más allá de que me complicaba un poco con el inglés. Por suerte, nos dábamos maña entre todos para entendernos. Tenían todos los mismos objetivos que yo.
No estuviste en la ceremonia inaugural pero si en la de cierre. ¿Qué sentiste en ese momento?
Fue espectacular. Al ser los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 en Buenos Aires, éramos los anfitriones. Los ojos de todo el mundo estaban puestos en nosotros. Cuando pusieron el himno, nos miraron a nosotros y cantábamos más fuerte cosa de que se sienta la presencia nuestra ahí. Cuando apareció Messi el estadio como que estallaba. Todos lo conocen, lo que genera él… se te ponía la piel de gallina porque era una emoción enorme.
Si tuvieses que elegir una anécdota de todo lo que viviste, ¿cuál sería?
Hubo una vez que estaban unos chinos a la pelota y yo les decía que me la pasen. Andaba con la remera de Argentina. No tengo idea de la pelota, pero por molestar nada más la pedía. Me la dieron y se empezó a acercar la gente pensando en que yo iba a hacer algo como Messi. Pero yo no tengo idea (entre risas). Eso fue lo más loco que me pasó a mí porque todo el mundo piensa que todos los argentinos jugamos bien al fútbol, y no es así.
Junto a Nicolás Torres terminaron séptimos en el ciclismo por equipos. ¿Cómo evalúas la actuación?
Para nosotros ha sido un logro muy grande. En lo personal, di todo siempre que competí y estoy muy contento por la posición que obtuve. Muy contento también por la posición de él en BMX, quien terminó segundo. En un momento llegamos a estar terceros pero quedaba la carrera de ruta que ninguno de los dos era “rutero” y definía ya las posiciones finales. Quedamos séptimos y está bien. Hay que seguir trabajando para seguir sumando.
Después de la competencia, ¿qué sensaciones tenían?
Una felicidad enorme de haber competido y haber representado bien a la Argentina. El papel que hicimos fue muy bueno. Pensando en la carrera de ruta, tenía un sabor amargo por la caída que tuve 100 metros antes de la llegada y venía ubicado entre los quince mejores. Pero bueno cuando después vi el ranking, todo era felicidad.
¿Sentís que sin esa caída en la carrera de ruta se hubiesen metido en el podio?
No sé si en el podio, pero entre quintos y cuartos seguro. No nos sacaron tantos puntos de diferencia. Quizás si yo tenía un buen sprint y quedaba entre los diez primeros, seguro entrabamos en el podio.
¿Qué viene ahora para tu carrera?
Ya estoy pensando en el año que viene. Entro a una categoría más grande, a Sub 23. Mi objetivo es hacer temporada en Europa el año que viene y quedar para algún equipo. También correr en el Mundial del año que viene. Este año no se me dio. Ojalá se dé lo del Mundial y también meterme en alguna otro Juego Olímpico.
¿Te ves en Río 2016 o quizá más adelante?
Quizá en Tokio 2020, Río está muy cerca y tenemos que sumar muchos puntos UCI para poder sumar plazas. Está medio complicado pero en 2020, Dios quiera, ojalá se dé.
¿Cuál es tu máximo anhelo deportivo?
Me gustaría ser campeón de Europa y campeón Olímpico. Es lo máximo que todo deportista puede aspirar. Yo quiero tratar de rozarme con competencias del nivel Nanjing, ir mejorando y aprendiendo de ellos. También hay que aprender de otros para crecer.
Para cerrar, Mejías se mostró agradecido a todos aquellos que le permitieron competir y vivir esta experiencia inolvidable. El tucumano dio las gracias a “Carlos Apud, al COA, al ENARD, a la Secretaría de Deportes de Tucumán, a mi familia y amigos. También Ignacio Kaúl, el entrenador que fue allá, y Nicolás Exequiel Torres”.
