Argentina superó una verdadera prueba de fuego: venció a Canadá en Toronto y volvió a meterse en una final de un Juego Panamericano tras dos décadas. El equipo de Velasco se impuso por 28-26, 20-25, 25-21 y 25-23.
Remate que impacta en el bloqueo local, la pelota vuela y pasa la red, pero pica afuera. Al instante, un abrazo que une el alma argentina mientras Palacios queda tendido en el suelo llorando. Por medio de la televisión, el legendario Hugo Conte entona un grito memorable porque su hijo Facundo y los compañeros lo han logrado: Argentina volvió a una final panamericana después de 20 años de sequía.
Pero el gran festejo no se traduce solamente en ese estallido guardado por dos décadas, sino también un trajín de dos horas y nueve minutos para lograr el objetivo. El equipo de Julio Velasco lo logró en un partido no apto para cardiacos tras imponerse en cuatro sets ante el local Canadá por 28-26, 20-25, 25-21 y 25-23.
Argentina superó una gran prueba de fuego. El conjunto nacional se encontró en todos los sets por detrás en el marcador ante un rival inspiradísimo por tener a su gente apoyando. A pesar de esto, los visitantes nunca perdieron la cabeza, mantuvieron la entrega que siempre los caracteriza y fueron contundentes en los momentos de presión para torcer la historia.
Nadie podrá olvidar la noche de este viernes en Toronto, pero menos lo harán Facundo Conte y José Luis González. Ambos anotaron 17 remates y fueron efectivos en la gran mayoría de sus remates. Con 19 puntos para el primero y 18 unidades para el segundo, fueron las grandes figuras de la noche.
Sin embargo, sería un error solo destacar a ellos dos. Los gigantes Pablo Crer y Sebastián Solé hicieron un fantástico laburo cerca de la red para cerrarle el camino a los remates canadienses. Palacios, Gauna y De Cecco enterraron la pelota cuando la misma quemaba, Closter en el armado de las jugadas ofensivas… un verdadero triunfo en conjunto para volver a aparecer en las primeras planas de los diarios.
Ahora Argentina irá en busca del oro ante Brasil, que venció en el otro cruce a Puerto Rico. Si bien el antecedente del 3-0 a favor de los rivales pone en jaque al combinado nacional, una cosa quedará en claro: los chicos darán todo para ser campeones.
