“Sé que la fecha del retiro se aproxima”

El karate vivió un año de lujo luego de la notable participación de los atletas argentinos en los Juegos Panamericanos de Toronto. Uno de los baluartes del equipo nacional es Franco Icasati desde hace ya varios años. El karateca de 33 años se encuentra entre los mejores diez deportistas de su categoría y en entrevista con Argentina Amateur habló sobre todo: sus objetivos para este año, las lesiones, la proximidad del retiro, sus pasiones y sueños.
Por Agustín Petrillo
¿Qué balance haces de tu 2015?
Fue un año intenso, partimos desde enero con la gira de entrenamiento a Francia que fue espectacular, somos un grupo amplio que no estamos acostumbrados a viajar. Se llevó un equipo mucho más grande para buscar la clasificación a los Juegos Panamericanos. No pude ganar una medalla pero sí avanzar 4 o 5 rondas para sumar puntos para el ranking. En el Panamericano de Karate pude subirme al podio y apuntar todos los cañones a Toronto, que se cerró con una muy buena actuación para el karate y a nivel personal logré mantenerme en el podio. Fuimos cinco atletas y trajimos tres medallas.
¿Cuál era tu objetivo en Toronto?
Conquistar la medalla de oro era el primero. Sé que era una tarea ardua y difícil porque en el camino se me cruzó el número uno del mundo. Hay muy buenos peleadores en América. El segundo era mantenerme en el podio y por suerte se dio. Ahora, a la distancia, estoy conforme y mucho más tranquilo. Mi cabeza está en paz porque hice todo para conseguir la medalla de oro.
¿Cuáles son tus metas para este año?
Ahora tengo la prioridad de volver a sentirme cómodo con mi cuerpo porque estoy con algunas lesiones. Decidimos bajarnos de la gira, la prioridad es ponerme bien para estar útil para el seleccionado. Posiblemente la número uno sea a fin de año el Mundial, pero tenemos objetivos intermedios como el Panamericano y los torneos del Circuito Mundial que no sé si los voy a disputar porque tengo que ver como está mi cuerpo.
¿Qué problemas son los que tenés que superar para estar a punto?
Tengo que mejorar un dolor que tengo en la rodilla que me está imposibilitando bastante. Sería egoísta de mi parte si pienso en metas a largo plazo, soy consciente de que estoy por cumplir 34 años y no voy a tener objetivos a 4 o 5 años con un Juego Olímpico o Panamericano. El karate va a ser olímpico en 2020 pero estoy absolutamente seguro de que no voy a agarrar un ciclo olímpico porque hay gente atrás mío que necesita el roce, viajar y recibir el apoyo de los entrenadores. Sé que la fecha del retiro se aproxima y espero que mi cabeza esté preparada para semejante evento.
¿Ya pensás en lo que vas a hacer después del retiro?
Yo ya me estoy preparando, soy demasiado estructurado y mi cabeza necesita un orden. La formación de karatecas es una posibilidad muy grande, me encantaría sumarme al staff de entrenadores. Soy profesor de educación física y preparador de un equipo de rugby, esa es mi situación actual. En ese sentido estoy sólido. Sé que me va a faltar muchísimo el entrenamiento diario y estar con mis compañeros. Vengo al CeNARD desde los 12 años y es como mi casa. Va a ser un impacto duro, pero todo deportista pasa por ese momento. Lo voy a afrontar de la mejor manera acompañado por mi familia, entrenadores y compañeros.
¿Qué importancia tiene tu familia en este momento?
Mi familia es un apoyo incondicional desde que soy muy chico, no creo que ningún gran deportista no haya logrado algo sin el sostén de su familia. Podés ganar una o dos medallas, pero con el apoyo familiar que todo gran campeón necesita te podés mantener en el tiempo, ese fue el privilegio que tuve yo.
¿Cuán importante para vos fue Marcelo Campanella?
Es mi sensei desde que tengo seis años. Es como un padre, un amigo y un referente, es muchas cosas en una sola persona. Hoy en día somos dos personas adultas y tenemos una relación personal espectacular fuera del tatami. Tengo el privilegio de terminar mi carrera deportiva con él como mi coach, sentado en mi esquina. Lo pude vivir y estoy absolutamente agradecido.
¿Qué significa para vos estar por tercer año consecutivo en el top ten?
Fueron cosas que se fueron dando, mi objetivo siempre fue ser medallista en todos los eventos a los que fuera. Lo que quería era tener una carrera sólida desde ese aspecto. El top ten se fue dando. Me imagino que lo podré disfrutar cuando tenga la cabeza más relajada una vez que me retire y pueda disfrutar las cosas que me reconfortaron tanto tiempo. Hoy en día sigo pensando en las cosas que no pude ganar y en las que no logre acceder. Porque mi cabeza todavía es de deportista.
¿Hay otro deporte que te apasione o te haya gustado hacer?
Soy un “polideportista”. Me inicié en GEBA con vóley, natación y gimnasia. Mi mamá trabajaba mucho y me dejaba en el club puertas para adentro y yo me manejaba por todos los pisos de un deporte al otro. Eso me hizo tener unas buenas cualidades físicas y estoy agradecido a ella por brindarme ese conocimiento que hoy puedo tener. Poseo facilidades con el cuerpo gracias a ese bagaje de varios deportes que me dio. Además soy un apasionado del rugby, no solo como deporte porque entreno a rugbiers sino porque tiene un entorno cultural y social muy sólido. Me siento muy identificado con sus valores que tienen mucha semejanza con el karate.
¿Y con el fútbol cómo te llevas?
Soy hincha de Boca pero no soy un apasionado del futbol, lo disfruto pero sin ser apasionado.
¿Cuáles son tus virtudes y defectos?
Mi virtud es ser ordenado, planificado, soy muy meticuloso con el entrenamiento, tengo un sentido de responsabilidad desde muy chico. Soy un apasionado por el karate, amo lo que hago, me divierte, lo disfruto y me considero un privilegiado por hacerlo y viajar por el mundo representando a mi país. He conseguido alguna que otra medalla gracias a esa virtud que tengo por la pasión. Un defecto grande es que soy muy obsesivo para algunas cosas. A la persona obsesiva a veces una cosa fuera de lugar lo desestructura completamente. Tiene muchas cosas a favor pero cuando le desordenas una pequeñez le tiraste abajo toda la estantería. Por eso considero que ese es un defecto y no una virtud.
¿Te queda algún sueño por cumplir en tu carrera?
Me quedaron un montón de cosas, soy riguroso al extremo y exigente conmigo mismo. Me quedó por cumplir lograr una medalla mundial, ganarle a determinados rivales, consolidarme como campeón mundial o el mejor de la historia. Soy demasiado exigente y ese es otro de mis defectos, no puedo llegar a disfrutar las cosas. Cuando me retire quizás si pueda hacerlo. Estoy absolutamente en deuda con muchos de los ítems que me había puesto por delante.
¿Cuál consideras que es el logro más importante de tu carrera?
La medalla de oro en el Panamericano de Buenos Aires ganándole a Thomas Scott (norteamericano, número uno del mundo) fue un logro espectacular para mí, en el CeNARD, con mi familia y mis amigos y no lo voy a olvidar nunca.