El argentino superó al francés a Peifer en una gran final y se quedó con el segundo Grand Slam de su carrera en la categoría de tenis adaptado. Un logro histórico para un jugador de sólo 23 años que se acerca cada vez más a la cima del ranking.
Tras caer en la final de dobles, Gustavo Fernández tuvo este sábado su oportunidad en singles y no la desaprovechó. De menos a más, el cordobés venció a Nicolás Peifer por 3-6, 6-2 y 6-0.
En el primer set el argentino se mostró más incomodo que su rival y no encontró soluciones desde su servicio. El francés tuvo más concentración y logró quebrar tres veces el saque de Fernández. Tras una doble falta del representante de nuestro país, el europeo se llevó el primer set por 6-3.
Luego de un comienzo parejo, a partir del quinto game del segundo set el partido cambió en su totalidad y Fernández logró un dominio total. Peifer se mostró muy errático y el argentino mejoró mucho con su saque y su drive para quedarse por 6-2 con esa segunda manga.
En el set definitivo el cordobés apabulló a un rival que no encontró los caminos. Fue un contundente 6-0 para Fernández, quien obtuvo así diez games de manera consecutiva y se quedó con un partido inolvidable. El revés afuera de Peifer dio lugar al emotivo festejo del argentino.
Sueño cumplido: Fernández campeón del Abierto de Australia, la segunda corona major de su carrera con sólo 23 años. Un ejemplo, un orgullo nacional.
