“Ya no sé qué soñar”
Maira Arias tiene todo lo que un deportista podría desear: es campeona panamericana y una flamante campeona Mundial, consagrada hace muy poquito en Nanjing. “Estoy sorprendida de mí misma”, expresó radiante de felicidad la neuquina que radica en Mar del Plata.
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
Después de un 2015 prácticamente perfecto de no ser por esos sinsabores que dejaron los cuartos puestos en el Mundial de Kaohsiung, Maira recalculó y decidió dedicar su 2016 a entrenar duro, para que esos cuartos puestos se conviertan en medallas. Con una larga estadía en Colombia (con permiso especial para realizar esa preparación sin el seleccionado), Maira entrenó en solead y con un objetivo fijo, el cual cumplió con creces. Fue campeona mundial en los 10000mts combinados y medalla de bronce en los 15000mts por eliminación y también en los 20000mts por eliminación en ruta. “Me preparé y mentalicé en ganar la medalla de oro en los 10 km combinados de pista. Es una prueba muy fuerte y yo sabía que tenía la capacidad para ganarla. Así que trabaje mucho en esa distancia”, analizó Arias sobre la carrera que la llevó a tocar el cielo con las manos.
El potencial de la patinadora no era una novedad y, pese al conocimiento de eso, Maira no esgrime de sus virtudes; no se confió y no pudo ocultar su emoción apenas llegó a la meta: “Cuando crucé la línea lo primero que hice fue mirar el tablero con las puntuaciones. Luego no quise festejar hasta que mi entrenador y resto de equipo me dijeron ¡‘ganaste! Ahí fue tanta la emocion que me largue a llorar, fue mucho sacrificio y todo eso se me vino a la cabeza… que lo logré”. Campeona en los Juegos Panamericanos de Toronto, Arias caracterizó al Mundial como una cita muy especial e inolvidable en su vida, con dos bronces y una medalla de oro, se coloca como una de las mejores patinadoras de velocidad de la historia.
¿Qué significa ganar tanto? Para Maira tiene una implicancia de haber alcanzado una especie de autorealización: “Es algo inexplicable, son dos cosas que me propuse ganar (panamericanos y mundial), lo entrené y lo logré. Me sorprendo de mí misma y son muy especiales para mi, ya que siempre lo soñe, y hoy que los tengo ya no sé qué soñar”. Seguramente, después de un abundante –y merecido- descanso, la neuquina encuentre el foco y la motivación necesarias para ir por más gloria en el futuro inmediato.