Squash
“Si me propusieran volver a España, no tendría problema”
Leandro Romiglio es el mejor argentino en el ranking PSA en el cual es el 82 del mundo. En el comienzo de su carrera profesional estuvo en España. Conoce esta etapa en su vida desconocida.
Por Romina Miranda
(@MirandaRomiOk)
El marplatense Romiglio es profesional desde el 2009, mismo año en el que cumplió los 18 años y tomó la decisión de sacarse un pasaje de ida a Europa.
Aunque la crisis afectó para que se tome el vuelo de vuelta, su carrera continúa en ascenso y actualmente se encuentra en el puesto 82 del ranking PSA.
El 2017 lo comenzó con una gira por Estados Unidos y Canadá junto con Robertino Pezzota donde Romiglio fue campeón en el Toronto Classic.
Leandro Romiglio dialogó con Argentina Amateur donde relató sus años en España con aprendizajes y la forma de vivir en Europa.
¿Por qué y cómo tomaste la decisión de vivir en España?
La decisión la tome cuando en los últimos años del secundario comencé a viajar en los Circuitos por Sudamérica. Cuando terminé el colegio me saqué un pasaje de ida para Europa y me fui a probar un poco de suerte sabiendo que en España habría mucha competencia y tenía referencia de un par de españoles conocidos que me habían comentado la posibilidad de ir allá para entrenar. Asi que agarré los bolsos y me fui a probar un poco de suerte también.
¿Cuál señalarías como el mejor recuerdo y cuál como el peor o el que no decidirías repetir?
Como mejor recuerdo es la gente misma de España la cual es muy parecida a los argentinos. Tuve la suerte de caer en Santiago de Compostela, en un pueblo muy chiquito donde la gente era muy humilde como solemos ser en Mar del Plata. En ese sentido me sentía muy cómodo con mi familia donde me acogieron de diez. Algo negativo no me acuerdo porque todo es parte del proceso, seguramente que si hubo algo que no recuerdo seguro es bueno que me sirvió de aprendizaje y para no volver a repetirlo en el momento que lo viví. Pero no me arrepiento de nada de lo que hice, ni mucho menos.
En tu vida como jugador profesional en España, ¿cómo lo describirías?
Me costó un tiempo acomodarme para realizar lo que yo quería que era dedicarme 100% al squash. Cuando me estabilicé económicamente, que tenía esa libertad, era prácticamente lo mismo que hago acá que es entrenar a la mañana, al mediodía almorzar, descansar un ratito y después a la tarde volver a entrenar otro segundo turno. Además, daba un par de clases para salvar los gastos y más que nada tenía competencias a nivel nacional. Hacía bastantes malabares porque la plata que entraba, al vivir solo allá se complicaba. En el club tenía muchas facilidades porque era nuevo y justo lo tenía a dos metros de mi casa por lo que estaba muy cómodo.
En ese momento, ¿cuáles fueron las diferencias con Argentina?
En ese momento las diferencias con Argentina era que en nuestro país, en la Asociación (AASR) no estaban bien definidas quienes eran las autoridades. Habían unos problemas legales que se fueron resolviendo y la Asociación estaba un poco desarmada por lo que eso también fue otro motivo por el que decidí viajar. Acá no estábamos compitiendo a nivel internacional, estaba difícil para viajar, no había apoyo y se complicaba. Estando allá en España estaba más cerca de todo el movimiento.
¿Cómo era un día en tu vida en España y cómo es en Argentina?
Acá en Argentina el squash no es muy conocido aunque en España tampoco lo era, pero ahora gracias al apoyo del Enard y de la Secretaría de Deportes mos estan dando atención. Nos están ayudando a viajar, se está volviendo bastante profesional. En cuanto a mí, me dedico solamente a jugar al squash. No estoy dando clases por el momento y un día acá y allá era prácticamente lo mismo. Yo tenía allá un profesor de gimnasio argentino que me ayudaba en el complemento y en cuanto a lo de cancha lo hacía con Borja Golán que en ese momento era cinco del mundo y tenia la suerte de entrenar con él y en ese sentido estaba muy bien cubierto.
En relación a los entrenadores, ¿en qué se diferenciaban y en qué se asimilaban las teorías entre los argentinos y los españoles?
En relación a los entrenadores no había muchas diferencias en lo que te puede hablar un español y yo. Es prácticamente la misma. Mi papá (Marcelo Romiglio), sabe mucho del tema, investiga bastante, está instruido y yo le doy mucha importancia a lo que me dice y ahora es mi entrenador. Estando allá me mantenía informado con él, entre los jugadores mismos nos decíamos cosas para mejorar pero no encontré muchas diferencias.
Por qué tomaste la decisión de volver a Argentina? Y, en el caso que te propusieran ir a España nuevamente ¿Lo repetirías?
Fue un poco una decisión que tuve que tomar porque jugando allá yo tenía apoyo del gobierno español, porque tengo pasaporte y era una de las cosas que me hacía mantener estable para competir y estar relajado. Además le sumaba las clases que daba en un pueblo cercano. Pero pasó la famosa crisis (NdeR: crisis desde el 2008 a la actualidad que agrupa lo económico y lo inmobiliario), la gente se asustó y dejo de darle importancia a las clases de squash por lo que la beca del gobierno disminuyó bastante. Entonces me quedé sin apoyo, sin ingresos y me encontré en un momento donde no estaba del todo cómodo. Sabiendo que tenía una casa y una familia en Argentina, decidí volver y ver si podía seguir haciendo las cosas desde acá. Podría haberle buscado la vuelta pero en ese momento fue lo que se me ocurrió. En el momento en que me fui tenía 18 años y capaz que no tenía la cabeza de ahora. Fue una experiencia increíble que me queda para toda la vida y de la cual no me arrepiento. Si me propusieran volver a España no tendría problema. No lo tengo pensado en verdad pero sí sé que en Holanda e Inglaterra hay mucha competencia pero mientras pueda estar acá, voy a estar.