Tomás Gallardo, extremo izquierdo de la Selección Juvenil masculina se encuentra próximo a disputar campeonato Panamericano de Santiago de Chile. Conocé su comienzo en el handball y su actualidad en el deporte.
Por Romina Miranda
(@MirandaRomiOk)
Gallardo es sinónimo de handball y más aún de River, pero en este caso el protagonista de una entrevista no es Eduardo, Dady para todos, el exentrenador de los Gladiadores. Sino que el que se está ganando su lugar en el deporte es Tomás.
Hace pocos días debutó en la Liga de Honor en River y ya en el segundo partido le tocó marcar a Federico Pizarro. La carrera del Juvenil recién comienza y en los próximos días viajará junto a la Selección masculina a disputar el Panamericano de Santiago de Chile donde Argentina buscará clasificar al Mundial de Georgia.
El extremo izquierdo del club de Núñez dialogó con Argentina Amateur donde relató la preparación de la Selección y sus planes para el futuro.
La Selección Juvenil se está preparando desde principio de año para el Panamericano ¿cómo fue la preparación?
Nosotros entrenamos desde el 25 de enero todos los días para llegar de la mejor manera al Panamericano. Aunque el grupo comenzó a entrenarse desde octubre del 2015, hace bastante.
Ya venías desde enero en la preparación, pero ¿qué sentiste cuándo habías quedado entre los 16 que irán a Santiago?
Son varios años de trabajo, de sacrificar varias cosas. En lo personal, el año pasado sacrifiqué el viaje de egresados. Estaba lejos de la fecha pero sentía que si me iba, me perdía dos semanas de entrenamiento y a esta altura no podés dar ventaja. Porque a este nivel hay otra persona que quiere estar en tu lugar y va a dejar todo para estar allí. tenés que dejar todo, si se da bien y sino tenés que estar tranquilo que diste todo. Es realmente emocionante porque dejé muchas cosas de lado para entrenar y estar es increíble. Igual no hay que conformarse, hay que jugar el Panamericano, hacer el mejor papel posible y dejar bien parado al país.
Han disputado varios amistosos contra equipos de LDH, ¿qué beneficios les dio?
Sí, desde que comenzó el año tuvimos varios amistosos ante equipos de Liga de Honor con Mitre, SeDaLo y el mismo UnLu. Son partidos que te dan otro roce, que te hacen ver dónde estás parado porque jugás ante gente grande y no es lo mismo que jugar ante chicos de tu edad. Le sacás otro provecho porque el roce y el choque es distinto, arqueros diferentes.
Estás ligado a River desde chico, ¿qué representa la institución en tu vida y cómo fueron tus comienzos allí? ¿Cómo te describís como jugador?
River es todo para mí, los pibes son mi familia. Comencé a jugar siendo Infantil desde los 10 años. Practiqué todos los deportes posibles. Jugué vóley al mismo tiempo que handball, jugaba un partido y me iba al otro. Hice futsal, tenis y me gustaron siempre los deportes en equipo. Y me decidí por el handball que era el que más me gustaba. Como jugador soy muy petiso para jugar a nivel Liga de Honor o a nivel nacional y trato de jugar mis condiciones de correr y poner más. Sirve más la actitud que tengo más que otras cosas.
Hace poco fue tu debut en LDH, ¿cómo recordás ese día?
Mi sueño siempre fue jugar en la Primera de River porque desde chico siempre fue mi deseo. Ver tanta gente que pasa ahí, mi viejo (Dady Gallardo) que dirigió tantos años, mi tío que jugó tanto tiempo también. Mis ídolos jugaban ahí, verlos y jugar ahí después es como medio shockeante. En el primer partido me tocó jugar todo el segundo tiempo, en el segundo partido jugué el segundo y parte del primero donde me tocó marcar a Federico Pizarro, son cosas que no te olvidás y que te van a quedar para siempre.
¿Tu papá es de aconsejarte? ¿En qué aspectos enfatiza?
Mi viejo es un fenómeno pero no por sus logros como entrenador en la Selección o en el club sino por como es como padre. Él y mi mamá nunca me presionan, siempre me apoyan en todos mis proyectos. Él enfatiza en que tengo que jugar pero que también tengo que estudiar, tener una carrera para preparar mi futuro. Acá nadie vive del handball entonces en caso en que no se dé, tengo que prepararme para lo que me va a dar de comer a mí y a mi familia. Mi papá enfatiza en ir marcando quien soy y en prepararme para el futuro.
