Cada vez falta menos para que comience el objetivo más apuntado de la temporada en el mundo del vóley: el 10 de septiembre arranca el Mundial de Italia-Bulgaria y Argentina se prepara para dar pelea en el viejo continente ante las grandes potencias.
Después de la excelente participación del grupo B en la Copa Panamericana, el grupo A que está bajo las órdenes de Velasco ya está en Europa a la espera de comenzar el compromiso más importante del año. En el certamen, Argentina compartirá el Grupo A con uno de los anfitriones, Italia, y también con Bélgica, Eslovenia, Japón y República Dominicana. Argentina debutará el miércoles 12 de septiembre ante su par de Bélgica y luego enfrentará a los dominicanos el viernes 14 de septiembre. El sábado 15 de septiembre será turno de enfrentar a uno de los candidatos, Italia, y cerrará el grupo ante los eslovenos el lunes 17 de septiembre. De cada grupo clasifican los cuatro primeros a la ronda de octavos de final y el 30 de septiembre será la final.
Julio Velasco, que ya viene concentrando al plantel de cara al Mundial hace unas semanas, tendrá este evento deportivo como punto final a su gran carrera al mando de la selección argentina, ya que tras el torneo dejará el cargo en manos del actual entrenador del Cruzeiro de Brasil, Marcelo Méndez, para asumir como entrenador del Módena de Italia. En esta temporada, Argentina al mando de Velasco consiguió algunos triunfos en la Volleyball Nations League (VNL) pasada, tras haber cerrado su participación derrotando sorpresivamente a Brasil. En la previa del Mundial, los argentinos vencieron al seleccionado de Estados Unidos en tres ocasiones en el estadio de Morón.
Argentina disputará su décimo segundo Mundial, y décimo primero consecutivamente. Debutó en 1960, cuando obtuvo el 11° puesto, y desde 1978 los albicelestes dijeron presente en cada cita mundialista hasta el día de hoy. El máximo logro argentino en un Campeonato Mundial fue el tercer puesto obtenido en 1982, disputado en Buenos Aires. En ese torneo, Argentina en la primera fase había clasificado segunda detrás de Japón, en la siguiente instancia también acabó segunda y así enfrentó en semifinales a la Unión Soviética. Allí cayó por 3-0 ante el conjunto soviético -quien finalmente sería campeón mundial- y derrotó en el partido por el tercer puesto a los nipones en sets corridos, quedándose de esa manera con la medalla de bronce. Desde entonces, Argentina nunca volvió a ser parte del podio y lo más lejos que llegó fue a un sexto puesto en 1990 y 2002. ¿Será momento de cambiar? Hay esperanzas.
Foto: Somos Voley
