Los chicos del básquetbol 3×3 aplastaron a Bélgica en la final por 20-15 y se colgaron la medalla dorada en Buenos Aires 2018. En semis habían superado a Ucrania con un agónico 18-16 en tiempo suplementario.
El Parque Urbano de Puerto Madero fue testigo de una de las hazañas más grandes del básquetbol formativo argentino. En un escenario (y alrededores) colmado por camisetas celestes y blancas, Argentina logró la medalla de oro en el básquetbol 3×3 de los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018.
La combinación de un día caluroso con un sol agobiante no frenó a nadie de ver la epopeya del equipo formado por Juan Hierrezuelo, Juan Esteban De La Fuente, Fausto Ruesga y Marcos Giordano.
La misma comenzó a gestarse durante el mediodía, más precisamente en las semifinales ante Ucrania. El combinado albiceleste padeció el trabajo interno del gigante Ilhor Serhev (5 puntos y 6 rebotes). Sin embargo, se recompuso a través de Giordano que lideró la levantada para igualar el juego en 14 antes del bocinazo final.
A partir de las fallas por parte de ambos equipos, el alargue duró 2:15 y fueron dos minutos de puro sufrimiento. Luego de los varios errores ofensivos desde larga distancia, Argentina atacó la pintura y encontró, tanto en un acierto de De La Fuente y otro de Giordano, el boleto a la definición.
Si bien Bélgica, que venía de vencer en el otro cruce a Eslovenia por 14-12, se presentaba como el rival más difícil de superar en el torneo, Argentina no sólo lo logró, sino que también lo hizo con creces. El conjunto europeo no tuvo chance alguna de arruinarle la fiesta al dueño de casa, que se impuso por 20-15.
El envión nacional fue demasiado para su rival europeo. Giordano acertó cuatro triples y sumó 11 de los 20 puntos argentinos en el encuentro, además de cuatro rebotes y dos asistencias. Por su parte, De La Fuente encajó cinco tantos, incluyendo una bandeja a 31 segundos del cierre que sentenció el campeonato.
Tras la chicharra del final del encuentro, el equipo se enfundó en un abrazo mientras la gente deliró al grito de “dale campeón”. ¡Salud chicos, y a seguir creciendo!
Foto: Martín Waichman
