El viernes por la noche el vóley argentino inundó las instalaciones de Crisólogo Larralde, donde, a estadio lleno, los mejores voleibolistas de todas las épocas exhibieron su mejores cualidades.
Después de diez años, el Juego de las Estrellas volvió a organizarse, con presencia de jugadores que la rompen tanto en el ámbito local como en el internacional, como así también figuas históricas del deporte. La convocatoria fue tal que el estadio estuvo colmado desde antes del horario de comienzo y la asistencia sobrepasó los dos mil espectadores.
Las primeras en jugar fueron las chicas, que fue un mix de jugadoras que participan la Liga Argentina y también de Las Panteras olímpicas. Guillermo Orduna fue uno de los entrenadores, compartiendo nómina con colegas del ámbito local.
Tal como suele suceder en la NBA, no solamente se juegan partidos, sino que se miden destrezas. Con redes en forma de tubo en los costados, hubo un desafío de precisión para los armadores. La sorpresa la dio Luciano De Cecco, quien salió de entre la gente para sumarse a jugar con sus pares, habiendo sido elegido hace pocos días como el mejor armador de Europa. El trío ganador del juego fue el de Hernán Ferraro, Maximiliano Cavanna y Clarisa Sagardía.
En el segundo turno de juego saltaron a la cancha las glorias del deporte, entre los cuales estuvieron Waldo Kantor, Jerónimo Bidegain y el eterno Marcos Milinkovic; entre otros jugadores de altísimo renombre en nuestro país. Para ellos también hubo reto de destrezas, el cual consistía en el saque y que fue para Gabriel Arroyo. Y el cierre lo dio el combinado masculino de jugadores del plano nacional y las estrellas que juegan en el exterior y que también fueron olímpicos.
Luego de terminado el encuentro, gustosos los jugadores se quedarn un buen rato firmando autógrafos para los fanáticos del deporte, que disfrutaron de una gran fiesta en Nuñez.
Foto: Somos voley
