Un grupo de jugadoras de vóley de la Liga argentina formalizó Doble Cambio, un colectivo donde se busca, además de concientizar la paridad que debe existir entre ambas ramas, la profesionalización del deporte en el país.
El 10 de marzo último se oficializó en la ciudad de La Plata el primer colectivo de mujeres jugadoras de vóley en Argentina.
Esto fue en el auditorio del anexo de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
Doble Cambio es la búsqueda de un espacio que “no distingue colores, sino une a los mismos y también valores, jugadoras de la Liga Argentina A1, poseen su propia base para entablar diálogo, discutir y avanzar en pos de sus derechos en este deporte”.
La exjugadora de Gimnasia, Banco Nación y Boca, Natalia Espinosa Stancovich, fue la disertante y estuvo acompañada de Agustina Boyezuk, Rocío Larrechea y Florencia Corradini. “Es un mensaje que queríamos dar, tomar las riendas, crear un colectivo, sin distinciones sino que nos una en esta lucha”, planteó, desde el comienzo, una de las máximas ganadoras de Ligas Argentinas, Espinosa Stancovich.
“Doble Cambio es el nombre en alusión a una característica de variante estratégica que tiene el vóley: en este caso, sacar la desigualdad y la naturalización de diferentes actos por el ingreso de mujeres unidas. Encontrar una posibilidad e cambio”, continuó y expresó para el sitio web Voley631.com.
Respecto a la profesionalización, la ex-central afirmó: “Somos conscientes que es una palabra muy abarcativa. Queremos generar un impacto, ya que siempre hubo excusas por parte de las Federaciones para impedir nuestro crecimiento, eran muy exitistas con nosotras, nos pedían resultados y los venimos dando”.
Casi el 91% del total de jugadoras de Liga A1 tiene un salario o beca que no cubre el salario mínimo vital y móvil (alrededor de $17.000). Un 64% tiene beca, pero solo el 1,5 de ese número es de alrededor de 25 a 30 mil pesos. Y ese 1,5 significan dos jugadoras. Además, un 34% no tiene viáticos que puedan suplir los gastos diarios, con un 78% de jugadoras sin contratos en papel. Y un 63% sin cobertura médica personal.
