La Federación de Básquet bonaerense será intervenida, y su presidente, y actual vice de la CAB, Miguel Chami, removido del cargo y reemplazado por Carlos Navajas.
La decisión fue tomada por la Dirección de personas jurídicas de la provincia de Buenos Aires, debido a la denuncia realizada por las asociaciones regionales, sobre irregularidades administrativas e “ineficacia” por parte del dirigente. Esta intervención será de manera preventiva y “al solo efecto normalizador del funcionamiento”.
El punto fundamental del reclamo fue que Chami fue reelecto en su cargo en una asamblea virtual de la CABB en noviembre del 2020, donde se realizó una modificación del estatuto, y donde se impidió las participaciones de representantes de Asociaciones de La Plata, Necochea, Tres Arroyos, Mar del Plata, Bahía Blanca y Chivilcoy, a las que se suspendió previamente, argumentando que no habían presentado documentación solicitada por el organismo rector del básquetbol nacional.
El interventor será Carlos Navajas, y tendrá 90 días para intentar regularizar la situación en la que se encuentra la Federación.
Esta situación se suma al conflicto que existe en Santa Fe, donde la CABB pidió la intervención de la federación provincial, a raíz de supuestas irregularidades por parte de la entidad. La expulsión fue ad referendum, aguardando la aprobación por asamblea de la decisión. El asesor de la Confederación, Andrés Gil Domínguez informó días atrás que “del 2017 hasta hoy, la Federación santafesina ha vivido en la anomia y la irregularidad institucional. La Inspección de Personas Jurídicas de Santa Fe declaró inválida la reforma estatutaria realizada hace cuatro años y la elección de autoridades, un año después. Luego de una denuncia realizada por la Asociación Rosarina, el Consejo Directivo de la CABB alertó a la federación sobre las graves irregularidades y la falta transparencia administrativa. Se le pidió que llamara a elecciones, pero cuando notó que los que volverían a organizarlas eran los mismos dirigentes, se les pidió que aceptaran un interventor para que fiscalizara el proceso. Se eligió a Domingo Rondina, quien aceptó ad honorem, pero la Federación se negó. Incluso respondió que la CABB no tenía la facultad para verificar la elección, desconociendo a la entidad madre. Entonces se le dio un plazo para recapacitar, bajo apercibimiento de expulsión, pero sostuvieron la actitud y por eso se llegó a esta decisión. Desde la Confederación sólo queríamos asegurar la transparencia y legitimidad de la elección, para que no pasara lo del 2018”.
Los equipos pertenencientes a la Federación de Santa Fe no se verían afectados si se sumaban a la CABB en carácter de adherentes. Así la Asociación Rosarina, con 63 entidades, más Sportivo Suardi, Libertad de Sunchales, Unión de Santa Fe, Colón de Santa Fe, Central Ceres, Club Atlético Deportivo Norte y Sport Club Cañadense tendrán la posibilidad de disputar competencias realizadas por la CABB, como así sus jugadores y jugadoras podrán ser llamados a las respectivas selecciones nacionales.
Foto destacada: Miguel Chami – La Verdad Online
