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Cuando la quinta fue la vencida

Un 27 de noviembre, se cumple 4 años de la conquista de la Copa Davis, el hito histórico más importante para el tenis argentino.

Por Joel Katz

Domingo 27 de noviembre. Juan Martín Del Potro disputaba, en el Arena Zagreb, de Croacia, el cuarto punto de la final de la Copa Davis. El equipo local estaba 2-1 arriba en el global, y Marin Cilic se iba a las sillas 7-6 6-2 arriba. Todo parecía derrumbarse para el equipo argentino. Una nueva ilusión empezaba a desvanecerse. Una “gran willy” de Juan Martín, ya conocida por todos, empezó a torcer el rumbo del partido, y de una serie que terminaría con la consagración, por primera vez en su historia, del equipo argentino. Una de aquellas ocasiones en que fuimos locales siendo visitantes, con una gran cantidad de público vestido de celeste y blanco en las tribunas, y con la presencia del mismísimo Diego Armando Maradona, a quien es imposible no recordar cuando se habla de este título, y más en estas horas donde aún lloramos su partida.

La ganada en Croacia fue la quinta final que logró disputar Argentina en el certamen. La primera fue allá por 1981, donde el equipo se constituía, casi exclusivamente, por Guillermo Vilas y José Luis Clerc. En aquella ocasión, fue derrota 1-3 en la final ante el Estados Unidos de John McEnroe, Roscoe Tanner y Peter Fleming. Una derrota que era más que posible en los papeles, pero no por eso fue menos dolorosa.

Pasarían 25 años para volver a la etapa definitoria. Y otra vez, tocaba definir de visitante, ante la dura Rusia. A pesar de los dos triunfos de David Nalbandian en singles, sobre Davydenko y Safin, la serie fue para el equipo local, por 3-2, con victoria de Marat Safin sobre Acasuso en el quinto punto.

La tercera no sería la vencida para Argentina, a pesar de ser la final, hasta el momento, que más expectativas generaba. Tocaba ser local ante una España que no tenía a Rafael Nadal; además, Argentina tenía a un Del Potro en pleno ascenso, y a un Nalbandian también en alto nivel. Sin embargo, otra vez, la Ensaladera se escaparía, con un Delpo que sólo pudo jugar un partido debido a problemas físicos, y que fue derrota ante Feliciano López. Luego de ganar también el dobles, Fernando Verdasco le daría el título al equipo europeo tras vencer en 5 sets al Chucho Acasuso. Una nueva frustración, quizás la más dolorosa hasta el momento.

La cuarta final fue nuevamente ante España, pero esta vez con Rafa Nadal, y en territorio europeo. Allí, hubo poco para hacer. El equipo nacional logró descontar ganando el dobles, tras las derrotas de Mónaco y Del Potro en singles, pero Nadal, en su superficie favorita, venció al tandilense en el cuarto punto de la serie para darle un nuevo título a su país. La maldición parecía no tener final.

Y llegó el 2016. El año anterior, el primero con Daniel Orsanic como capitán, el equipo argentino cumplió una destacada labor, alcanzando las semifinales sin Del Potro, lesionado. Para el arranque de la edición que terminaría en título, Orsanic tampoco pudo contar con el tandilense, todavía terminando de recuperarse. A pesar de su ausencia, y con un Leonardo Mayer en buen nivel, el equipo logró sacar adelante la serie ante Polonia, como visitante, por 3-2, con 2 victorias del Yacaré y una de Guido Pella, perdiendo sólo el dobles y el quinto punto, donde tuvo rodaje Renzo Olivo. Ya en cuartos, Italia aparecía como un rival más de temer, con singlistas más fuertes y un buen rendimiento en dobles. Del Potro volvía, por fin, al equipo, pero no jugaría singles. En cambio, lograría darle a la Argentina un punto importantísimo en el dobles, venciendo a Fognini-Bolelli junto a Guido Pella. Fede Delbonis, que había ganado el primer partido ante Seppi, lograría luego un gran triunfo sobre Fognini para cerrar la serie. Por segundo año consecutivo, a semis.

Por tercera serie consecutiva, tocaba ser visitantes, esta vez ante la Gran Bretaña de Andy Murray, nada menos. Un par de meses antes, el escocés había vencido a un resurgente Del Potro en la final de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, Juan Martín tendría su revancha, ganando en 5 sets y dándole el primer punto a la Argentina. Guido Pella, con una victoria en 4 sets sobre Kyle Edmund, cerraría el primer día con un 2-0 más que ilusionante. Para el dobles, Orsanic decidió colocar a Del Potro junto a Leo Mayer, buscando cerrar la serie. Sin embargo, la dupla argentina no pudo ante los hermanos Murray, y la definición se trasladó al domingo. Empezaron las dudas, porque Andy barrió a Pella, y llegaba el quinto punto para definir todo. Allí, la ausencia de Del Potro parecía complicar un poco las posibilidades nacionales, pero el Yacaré Mayer, haciendo gala de su experiencia, venció a Daniel Evans y le dio el pase a la final al combinado argentino.

Y otra vez tocaba ser visitantes. En Zagreb, frente a Croacia, en canchas rapidísimas, para favorecer el juego de los locales, que contaban con dos jugadores potentísimos como Marin Cilic e Ivo Karlovic. Fede Delbonis hizo un gran partido en la apertura de la serie, pero cayó en 5 sets ante Cilic. Del Potro, sufriendo un poco más de la cuenta, logró equiparar el global tras vencer a Karlovic en 4 sets. En el dobles, Orsanic volvió a decidirse por Del Potro-Mayer, pero el triunfo fue para Cilic-Dodig. Y el propio Cilic, el domingo, en el cuarto punto, parecía tener todo dado para convertirse en héroe, tras ponerse 2-0 arriba sobre la Torre de Tandil. Sin embargo, Delpo sacó a relucir ese espíritu combativo que todos le conocemos, dio vuelta el partido, y dejó todo en manos de Federico Delbonis. El azuleño, ante un experimentado como Karlovic, jugó probablemente el mejor partido de su carrera, ganó en sets corridos y desató la locura: la maldición, por fin, se había roto.

Foto: Página oficial ATP Tour.

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