“Open. Mi historia”, de Andre Agassi
A pesar de todo el éxito en su vida deportiva, su ámbito personal no fue lo mismo. Desde que era muy pequeño, Andre ya recibió una raqueta de juguete en la mano y así no hacía más cosas que golpear a pelotas de tenis. Su padre estaba obsesionado en convertirlo en astro del deporte y le construyó una máquina que disparaba 2.500 pelotas al día. Un hombre que debió enfrentarse a las presiones de su familia, de a fama, pero que siempre conservó el valor de la amistad y un sentido altruista de la vida.