A 16 años de la edición de los Juegos Olímpicos XXXVI, Berlín propuso su candidatura tras 100 años, que se hizo dentro del régimen Nazi.
Berlín puede ser, de nuevo, el centro de una cita olímpica. Tras su primera edición en 1936, en medio del régimen nazi, la posibilidad de que la capital alemana sea sede de un nuevo Juego Olímpico es factible. Esto mismo adelantó el presidente del COI, Thomas Bach, con la idea de que esto sirva como ejemplo hacia al mundo, al igual que intentaron hacer en 1972 con los Juegos disputados en Múnich.
Por otro lado, la posible designación de Berlín como sede olímpica generó algunas controversias, porque se cumplen 100 años de la edición disputado en Berlín, mientras regía el nazismo. No obstante, Bach también afirmó que la edición en Múnich sirvió para cambiar la imagen de Alemania al mundo, desde el aspecto político y deportivo. Igualmente, esto es, por ahora, una simple posibilidad: no hay nada en concreto, aunque las chances están más que latentes.
¿Qué sucedió en Berlín 1936?
Los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 generaron una gran polémica en el mundo. En ese año regía el nazismo en Alemania y Adolf Hitler quería demostrarle al mundo que la imagen que se tenía sobre su país estaba equivocada. No solo eso, sino que también significó una oportunidad, para Hitler, de mostrar la supremacía aria y que Alemania podía imponerse en todos los aspectos, incluído el deportivo.
Para ello, el gobierno alemán hizo una gran inversión para la época, donde se construyó el Estadio Olímpico de Berlín, con capacidad para 100.000 personas. No solo eso, sino que también llevó adelante la película Olympia con el fin de mostrarle al mundo cómo Alemania llevó adelante toda la organización. Por otra parte, hubo un gran cambio en la política del país europeo: los letreros antisemitas desaparecieron por completo y, de golpe, Alemania era un sitio puramente inclusivo. A su vez, en la delegación alemana se incluyó a Gretel Bergmann, que era una saltadora judía, con el fin de demostrar dicha inclusión. Sin dudas que, la posibilidad de que Berlín reciba un nuevo JJOO servirá para cambiar aquella imagen que dejó en 1936.
