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Handball

Mi otro yo: Carolina Rossi

Carolina Rossi, integrante de la Selección Argentina de Beach Handball y residente para la carrera de anestesióloga, le contó a Argentina Amateur cómo hace para combinar sus dos pasiones: el deporte y la medicina.

Por Nicolás Bavoleo
(@sikomc)

Todos conocen a alguien que es médico o estudia medicina y se entiende que su vida social es casi nula entre tanto estudio, prácticas y parciales que dar. Es decir, es de público conocimiento que no es una carrera fácil, como tampoco lo es ser un deportista amateur, que debe hacer malabares con los horarios para entrenar, jugar y encima trabajar. Carolina Rossi, jugadora de handball y parte de la Selección de beach handball, combina esto de una forma admirable y Argentina Amateur te cuenta cómo Caro o Rapu -como le dicen sus compañeras por su trenza interminable a lo Rapunzel, princesa de los cuentos- logró recibirse, cómo lleva su residencia en el Hospital Álvarez y también cuenta sus deseos hacer historia con el seleccionado argentino.

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 ¿Cómo arrancaste en el handball y en la Selección de Beach?
Al handball como todos, practicaba en la escuela y la profesora me llevó a un club a los 13 años y de ahí en más empecé a desfilar por clubes hasta empezar a practicarlo de manera recurrente. En el beach empecé en fines de 2012, el entrenador (Salvador Comparone)  me vio jugando en Mitre, el que era mi club en ese entonces, y me preguntó si quería ser parte y le dije que sí.

¿Cómo fue tu decisión para estudiar medicina y la especialización en anestesia?
Yo terminé el secundario sabiendo que quería dedicarme a la medicina, en cuanto a la especialización al principio no era una de las especializaciones que yo barajaba, pero con el correr de la carrera me decidí por esto, ya que creo que la anestesia combina un montón de factores que me apasionan.

¿Qué factores?
Engloba lo mejor del pensamiento médico, es decir evaluar lo que el paciente nos ofrece, pensarlo, diagnosticar y actuar en consecuencia. Además, se hace en el quirófano que es un lugar que me encanta estar y abarca muchos procedimientos que hace que sea apasionante. La verdad me pone muy feliz estar haciendo la residencia.

¿Cómo les explicás a tus colegas qué sos parte de una Selección y encima de un deporte tan nuevo?
Es muy raro todo, pero me apoyan un montón y se interesan mucho por el beach. Me preguntan cómo se juega y cómo hago para tener tiempo para hacer todo jaja . Igual destaco que siempre mi jefe y compañeros me permitan viajar a los torneos o poder acomodar los horarios para entrenar. La verdad, la gente de la medicina tiene respuestas muy positiva cuando les cuento sobre mi otra pasión, es algo muy lindo recibir el apoyo de ellos.

Hablabas del apoyo de tu jefe y compañeros para viajar a los torneos, ¿cómo te dividís entre la medicina y el deporte?
Es complicado y difícil, sobre todo los últimos años de la carrera porque tenía que estudiar cada vez más y encima se sumaban los entrenamientos con la Selección, pero siempre trate de hacer todo para no dejar de jugar y trataba de aprovechar al máximo el tiempo para estudiar dónde sea.

¿Ese dónde sea, cómo sería?
(Se ríe) He tenido que volverme antes de los torneos para rendir finales y en los viajes, siempre tenía los apuntes en la mano para estudiar y por suerte me fue bien. Aparte, era un break hermoso, estar estudiando horas y tener que irse a entrenar o viajar, me ayudaba a distraerme un poco y después tener todas las energías para seguir estudiando.

¿Con la residencia se complica más hacer las dos cosas?
El nivel de exigencia, responsabilidad y cantidad de guardias, hace que la prioridad en momentos sea la medicina, pero el deporte sigue siendo algo importante para mi vida. Creo que por suerte, se elegir los momentos en que cada cosa tiene su importancia. Pero mientras el cuerpo me dé, voy a tratar de hacer ambas cosas.

Por útlimo, ¿qué cosas aplicás en la medicina que sacaste del deporte y viceversa?
El deporte te enseña a trabajar en equipo, algo fundamental a la hora de estar en el quirófano, porque tengo que hablar con el cirujano, instrumentistas, enfermeras, etc. También, la cultura del esfuerzo, a no darse por vencido, a pesar de que te vaya mal en los parciales y pese a que des todo los resultados negativos existen y hay que aceptarlo. Justamente, eso último lo aprendí de la medicina, podés hacer todo lo posible, pero hay cosas que no podemos manejar y aprender a perder para un deportista es una enseñanza muy buena. Creo que todos los deportistas deberían, aprender eso, nos acostumbran que sólo sirve ganar, sin embargo, se aprende mucho cuando los resultados son negativos, eso es lo que me da la medicina. Además, de la capacidad de tomar decisiones importantes en solo segundos. Son dos cosas que van de la mano y por suerte, puedo ejercer mis dos pasiones sin problemas.

 

 

 

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