Tras no lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos mediante el Preolímpico de España, el histórico DT dejó su cargo.
“Todo tiene un final, todo termina”, dice la canción de Vox Dei. El deporte no es la excepción. Tras un gran torneo en el Preolímpico de España, pese a haber cosechado tres derrotas, La Garra no sólo se quedó sin pasaje a los Juegos Olímpicos de París, sino que, además, cerró el ciclo de Eduardo “Dady” Gallardo como entrenador.
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La parada era muy difícil; los rivales eran tres seleccionados europeos, ante los que Argentina ya había caído en el último Mundial. Pese a eso, el combinado albiceleste jugó a un gran nivel, de igual a igual ante todos los rivales. Más allá de eso, no pudo evitar las derrotas: 22-34 ante Países Bajos, 23-26 ante España, y 33-41 ante República Checa.
“Mi continuidad depende de la clasificación a los Juegos”, había anticipado Gallardo en enero. Al no conseguirla, el ciclo de “Dady” concluyó tras el duelo ante las checas, dejando atrás seis años de gran crecimiento, que incluyó dos buenas participaciones mundialistas (16° y 21° lugar), una medalla de plata en Juegos Panamericanos, y una de bronce en Juegos Suramericanos.
“Me voy contento con el nivel de juego y muy orgulloso de la selección de mi país. Hace unos años era impensable ganar a un europeo y ahora hemos ganado a tres. Ganar no es sólo el resultado, también es competir. Creo que el trabajo está hecho y le deseo suerte al nuevo cuerpo técnico”, señaló “Dady”, tras la derrota ante España.
