Michelle Di Cicco: “Quiero poner en alto el nombre de Argentina”
La patinadora argentina habló en exclusiva con Argentina Amateur Deporte luego de que se confirmara su participación en los próximos Juegos Universitarios de Invierno.
Por: Facundo Osa
Los Juegos Universitarios de Invierno Torino 2025 están a la vuelta de la esquina (13 al 23 de enero) y se confirmó que Argentina presentará una delegación de cuatro atletas, uno más que la de Lake Placid 2023. Una de ellas es Michelle Di Cicco, patinadora artística nacida en el país, pero criada deportivamente en Estados Unidos. Entre sus logros más destacados se encuentra su participación en el Junior Grand Prix de Krasnoyarsk en 2021, su campeonato nacional en 2022 y su reciente subcampeonato en el Nacional de este año. Su admisión en la competencia está vinculada a sus estudios en ingeniería mecánica y biomédica en la Universidad de Dakota del Norte, que también está vinculada a su deporte.
– ¿Cómo llegaste al patinaje artístico?
Empecé a patinar a los 6 años y a competir a los 7 ya que avanzaba muy rápido en los niveles. Siempre pensé que me gustaría competir representando a Argentina y cuando nos enteramos que había una federación argentina empezamos a contactarnos con ellos. En mi casa siempre se vivió el patinaje y empezó a ser parte de mí desde pequeña.
-Tu carrera está vinculada al deporte también
-Mis estudios son ingeniería mecánica y biomédica y siempre estuve orientada al análisis de movimiento desde pequeña. Mi mamá usa un software de movimiento para analizar. Empecé a entrenar jugadores de hockey para ayudarlos a mejorar sus falencias en su estilo, velocidad y reacción. Es muy común que tengan falencias básicas y actualmente entreno niños, adolescentes y a los que están en alto nivel.
-Algo de eso tuviste que usar el año pasado por un accidente.
-En 2023, una semana antes del Nacional de Patinaje en Argentina, tuve un pequeño accidente de auto que me impidió estar en la competencia. Así y todo quise ir para estar presente y alentar a mis nuevas compañeras del CAU (Club Andino Ushuaia) porque ese fue mi primer año en el club. Después de los tratamientos que requería, en marzo mi doctor decidió que requería cirugía y así lo hicimos. Desde abril empecé la recuperación con terapia física y, gradualmente, empecé a entrenar y a patinar para llegar de nuevo a mi nivel. Ahora estoy casi al 100%, pero espero para enero estar al 100%.
– ¿Cómo llegaste a los Juegos Universitarios?
-Me enteré de los Juegos por amigos que son europeos y venían a competir aquí ya que se realizaron en Lake Placid. En esa oportunidad hubo problemas de comunicación con las federaciones y quedé afuera sin oportunidad de asistir.
– ¿Estás trabajando en algo en particular de cara a enero?
-Estoy haciendo mis rutinas todos los días y después voy separando todo. Los saltos, los giros, la coreografía. Hago todo en conjunto e individualmente para poder refinar las piezas.
Para los Juegos Universitarios estoy trabajando para hacer dos rutinas de calidad. Son complicadas pero quiero demostrarme a mí misma que puedo seguir creciendo y elevar mi nivel a pesar de la circunstancia que me tocó atravesar. Quiero poner en alto el nombre de Argentina por ser la primera patinadora sobre hielo que compite en los Juegos y poder demostrar que sí somos competitivos en el mundo del patinaje sobre hielo.
– ¿Qué expectativa tenés para Torino?
-Yo siempre pienso que quiero demostrar que lo que puedo hacer sea algo que yo diga “lo dejé todo en el hielo”. Pasé este año recuperándome y trabajando muy duro para volver. Quiero demostrar que estoy ahí con las demás. Quiero ir al hielo y dejar todo ahí, salir súper feliz. Quiero entrar con una mente positiva y saber que lo dejé todo.
– ¿Cómo calificás tu paso por el Nacional de este año?
-Lo primero es que era una experiencia súper linda tener una pista techada. Era algo que teníamos, pero con la pandemia no pudimos seguir en el Luna Park. Yo entreno en una pista de tamaño normal y como soy alta me cuesta adaptarme a una más chica. Por eso voy unos días antes para cuadrar las cosas. En el Programa Corto me caí y eso que nunca me caigo en mi vida. Siempre hay nervios y cosas así, pero después tuvimos que irnos a Margal porque cerraron Fantasy y los cambios de último momento nos afectaron a todas. Pudimos hacer lo que pudimos hacer. Era ir a otro lado sin práctica, con cambios horarios y había que demostrar que con o sin cambios todo puede salir bien.
Ir a Argentina es una experiencia muy linda. Hay que demostrar que hay mucho trabajo que se hace afuera y por eso tenemos intercambio con mi club. Hay algunas chicas que vienen a entrenar con mi coach unos meses.
– ¿Qué te dice que luego de la pandemia todas las campeonas nacionales entrenen en el exterior?
-Es un tema de tener una pista. En Ushuaia tienen muchas posibilidades de salir y competir afuera, pero el tema es que ellos entrenan un cuarto del año. Necesitan todo el año para poder crecer. Es horrible no tener hielo y no poder hacer nada. Si techan la pista en Ushuaia van a cambiar las cosas.
-¿Cómo se dio la relación con el CAU?
-La primera vez que fui a Argentina me relacioné con un club de Neuquén. El club se combinó con el CAU y ahora somos todos de la sede de Neuquén del CAU.
-Tu mamá es tu coach
-Tener parte de coach y parte de mamá es algo muy emocionante porque puedo disfrutar el patinaje en familia también.
– ¿Cómo manejan esa relación?
-No existe (risas). No importa si estoy en casa, en la escuela o en la pista, el patín es parte de mí, de mi personalidad, de mi corazón. Tenerla a ella a mi lado es algo lindo. Pasé por un montón de entrenadores que solo querían demostrar, no estaban para alentarte. Tener a mi mamá como coach es una experiencia muy linda. No me molesta no hablar de patín, es 24/7. Es lindo que si se me ocurre algo a la noche le puedo mandar un mensaje o ir abajo y decirle “eu, tuve esta idea”, y después llevarlo a la pista. Nos conocemos tan bien que la relación es fácil.
-¿Cómo te sentís en tu rol de coach?
-Yo tuve la experiencia de trabajar con mi mamá cuando ella está con estudiantes nuevas y chiquititas. Y yo pienso que una vez yo era como ellas viendo a las grandes y les tenía miedo y ahora pienso que ellas me tienen miedo a mí. Cuando hice la clase en Argentina, en mi mente pensaba que tenía que hablarles como cuando yo era chica porque les veía un poco de miedo en las caras. Es más una conexión con la comunidad de patinaje sobre hielo de Argentina y me gusta poder enseñarle a los chiquititos de allá. Tuve la oportunidad de trabajar con un coreógrafo muy grande que se llama Benoît Richaud, que es muy conocido por sus clases de filos y cómo patina. Yo trato de darles la oportunidad de entrenar en modo europeo o americano. Además, no es lo mismo enseñarle a alguien más grande que a las chiquititas. Entonces capaz alguna engancha de una forma y otra no, pero hay oportunidades de cambiar algo para que salga a la que no le sale fácil. A mí me gusta enseñar un montón. Nunca fue algo que pensé que me iba a costar.
-Como a todas las patinadoras que pasaron por acá tengo que preguntarte qué opinas del caso Valieva.
-Lo que pasó fue muy malo. Como atleta y persona pienso que había maneras de hacer las cosas bien y otras mal. Hubo cosas que se hicieron bien y otras mal, pero siempre hay que mantenerse en el camino correcto y ese caso no fue así. Yo tuve la oportunidad de conectarme con patinadores americanos y vi amigos a los que no les entregaron las medallas y no tenían respuestas. Fue una experiencia horrible para ellos. Y después hay una criatura que a lo mejor no podía decir que no y tuvo que hacer lo que le dijeron como pasa en Rusia, que afortunadamente acá ya no pasa. Ahora todos se están enterando de todo y eso es bueno. Antes si te dolía algo o te hacían tomar algo te callabas, no hablabas y no te decían nada. No hay una respuesta concreta sobre esto está bien y esto está mal.
– ¿La temporada de Amber Glenn hizo que más gente se interesara en el deporte en Estados Unidos?
-Sí. También ayudaron mucho las redes sociales después de la pandemia. Ahora la gente está súper interesada. Siempre fue algo de cada cuatro años porque es el deporte más popular de los Juegos Olímpicos. Hay más intercambio y nos ven como seres humanos, no de plástico y para ver de lejos. Amber y Kaori (Sakamoto) empezaron un movimiento acá. Amber ganando las Grand Prix Finals está demostrando que no importa la edad. Después de los 18, 19 todas están reventadas y ahora apareció ella con 25 años, Mariah Bell con 24, que están demostrando que no importa qué edad tenés. También está Stellato-Dudek que tiene 40 años y compite en parejas y es campeona mundial. Demostraron que sí se puede en el patinaje.
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